Decían los viejos: “Al pan, pan, y al vino, vino”

Había una vez un niño de 5 años. Estaba feliz porque era dueño de 100 bolitas. Un grandote pícaro le propone jugar a las bolitas, el niño acepta encantado. Después de jugar un rato, el grandote le dice: “Hagamos un negocio”, y le propone repartir las bolitas, el grandote se queda con 97 y le quiere dejar al niño 3 bolitas. El niño es muy pequeño, pero no es idiota, y no quiere saber nada, llora, patalea, grita, lo insulta, pero se resiste al robo. El grandote intenta charlarlo, embaucarlo, le explica que no le puede discutir el “negocio” porque él no sabe contar, ignora la aritmética, el álgebra y la geometría, no es técnico ni fabricante de bolitas, insiste con el “verso” explicándole cosas obvias: que las bolitas son duras, que tienen colores, que son redondas, que están hechas de vidrio… pero el niño, que no sabe contar pero no es imbécil, no acepta y no se deja versear. Colorín, colorado…

(DIARIOC, 22/05/2010) De vez en cuando uno abre el diario y se encuentra con solicitadas a toda página de las multinacionales mineras donde los extranjeros poderosos nos explican a nosotros, los nativos tontos, que la minería es muy importante, imprescindible, sin ella no podríamos vivir, ni tener una bicicleta o un auto, no habría aviones, tampoco casas pues usamos varillas de hierro, no podríamos tomar mate pues la bombilla es metálica, no tendríamos cubiertos para comer, etc. Nos dicen cosas muy obvias: que el fuego quema y que el agua moja.

Tratan de distraernos, de versearnos, saben que siempre algunos no muy lúcidos pisan el palito. Lo único que no dicen es que en este “negocio” se llevan en los hechos el 99% y nos dejan el 1%. Después el gobierno propagandiza todo lo que se hace con esas regalías, mucho Progreso y Desarrollo. ¡Imagínense entonces lo que se haría con el 100%, si esas riquezas le sirvieran a la Argentina en vez de irse para siempre! Porque recuerden que son “riquezas no renovables”: se las llevan y no las vemos más! Por supuesto que ninguno menciona los millones de litros de agua ni la contaminación.

Para razonar esto no hace falta ser Ingeniero minero, ni Licenciado en Economía o en Ecología, solo se necesita tener dos dedos de frente y usar la cabeza, un niño de 5 años puede darse cuenta que este “negocio” no es tal, es un negocio para las multinacionales extranjeras, no para el país. En el idioma castellano que todos usamos, esto se llama robo, saqueo. Algún defensor del capital extranjero dirá: “Pero las leyes argentinas lo permiten, es legal”. Entonces digamos: es robo legal, saqueo legal, pero el ROBO se llama ROBO. Para tener la mente clara es importante llamar a las cosas por su nombre: “Al pan, pan, y al vino, vino”, decían antes los viejos, y solían agregar: “Más claro ¡échale agua!”… pero que no sea agua contaminada, por favor!...

Mario H. Di Rienzo - DNI 7.986.483MP. 544 – Fiambalá – 22/05/10