Catamarca
Viernes 29 de Marzo de 2024
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Cartas al Director: Alberto Hugo Alicio - Buenos Aires

El éxodo al reves

"Cada vez más rionegrinos dejan el campo para ir a la ciudad", titulo aparecido en un diario de dicha provincia y que me motiva a escribir sobre el particular y su inclusión en un marco de situación de un país que no se da cuenta hacia donde se dirige.

“Cada vez más rionegrinos dejan el campo para ir a la ciudad”, titulo aparecido en un diario de dicha provincia y que me motiva a escribir sobre el particular y su inclusión en un marco de situación de un país que no se da cuenta hacia donde se dirige.

Esta situación es una constante desde hace años y no solo es privativa de esa provincia, si no que se ha dado con características generales en casi todas las provincias, traspasando incluso sus límites, haciendo que la gente busque nuevos horizontes.

Es un hecho real, pero nó lógico; es una solución temporal para algunos, pero debemos ver más allá de un resultado que en poco tiempo se convertirá en una situación desesperante para los mismos que la ejecutaron.

Un país como argentina no puede subsistir si su economía no se basa en la producción; y la producción real, general y principal tiene que surgir de su inmenso territorio, desde cada confín. Por ello despoblar inmensos territorios solo agravará una situación que ya es prácticamente insostenible.

Las causas de esta situación son varias; pero principalmente debemos centralizarnos en las políticas nefastas que se ejecutaron durante décadas desde gobiernos nacionales y provinciales para los ciudadanos que habitan este bendito suelo argentino.

Pese a vivir en Capital desde hace 25 años, mi ser sigue siendo provinciano y amo cada palmo de mi país. Veo con desesperación como esta urbe acapara y somete con artilugios a cuanto político llega aquí para ejercer sus funciones y ese hecho sirve de ejemplo para que otros funcionarios hagan lo mismo en su provincia, convirtiendo al poder político en una actividad verticalista que dista mucho de aquellos principios democráticos y federalista de nuestra constitución nacional.

Salvando las diferencias podemos encontrar una similitud entre esos políticos y la gente que abandona su entorno y podemos observar y sacar las conclusiones de lo que ocurrirá.

Los políticos llegan a la gran ciudad y son condicionados por las grandes multinacionales y el poder económico, que hacen que olviden los mandatos emanados por sus representados. Las personas que abandonan sus lugares lo hacen en busca de mejoras en su vida y son absorbidos por las grandes ciudades que cambian rápidamente sus hábitos y costumbres, solo les brinda alguna mejora económica temporal; que no siempre se da, pero les trae complicaciones que más adelante serán un sufrimiento.

Evidentemente, es lógico que así suceda, no existen medidas que tiendan a revertir esta situación, falta educación, rutas, implementación de políticas de salud, confort, etc. Solo se gobierna para unos pocos y de a poco, esos pocos van siendo cada vez menos, se están convirtiendo en una élite especial que cada vez quiere más de un pueblo oprimido y falto de apoyo con medidas claras que le brinden lo indispensable como salud, educación y trabajo.

No sería descabellado pensar que es adrede; es comprobable que nuestros políticos han gobernado de espaldas al pueblo durante muchos años, han hecho sufrir a su gente; la han condicionado a realizar este éxodo; tal vez para tenerla más cerca y condicionada; ya no gastarán tanto en campañas; les es más fácil el proselitismo y sus ambiciones son más fáciles de lograr.

Pero analicemos algunos tópicos para ser más precisos; esa gente sufrida pero llena de patria, llega desesperada buscando trabajo, un trabajo que le dé posibilidad de vivir mejor, tal vez lo encuentra, tal vez nó, llega buscando educación para sus hijos, que adoptarán costumbres distintas a la de sus regiones y tal vez sea peor que la que podían recibir en sus lugares de orígenes, llega buscando atención en salud que solo hará desbordar los sistemas sanitarios y la recibirá con cuentagotas. Pronto se dará cuenta del error, pero ya ha sido atrapado y le es imposible volver. Evidentemente la vida en el interior no es fácil, pero tampoco es fácil desenvolverse en las complicaciones de las grandes urbes.

Y desde el poder siguen negando ver la realidad, faltan reglas claras, gobierno para todos, se sigue engrosando la lista de empleados públicos (la maquinaria política de apoyo a sus ansias); �para qué tanto estado si lo que hay para administrar es miseria?.

Y tenemos la solución ante nuestros ojos, no hace falta ser doctor en ciencias económicas, no hacen falta consultoras internacionales, solo tenemos que aprovechar y echar mano a la maquinaria que ha destruido sistemáticamente a este país.

Tenemos un sistema político elefantiásico, desmesurado, ambicioso y corrupto; que ha grandes luces es inoperante y falto de objetividad. Si reducimos a un tercio ese aparato y le ejercemos un control férreo de sus obligaciones, tendremos el sustento económico para volver a repoblar esta Argentina generando un éxodo hacia el interior.

Pese a que hace años que pregono estas ideas y que nunca fueron escuchadas, lo han hecho también organismos como el FMI y el Banco Mundial que han expresado que se debía reducir el aparato político, hoy evidentemente pese a ser esta una cuestión primordial en sus planes, la han dejado de lado ya que tal vez se han dado cuenta que mientras el aparato político argentino siga con sus intenciones será imposible lograrlo y tal vez quieran esperar un poco tiempo más para adueñarse definitivamente de estas tierras.

Debemos ser astutos, no debemos confrontar con los grandes países, debemos buscar el punto de inflexión que nos permita empezar a producir; debemos honrar nuestras deudas, no ir en contra de ellos, pero sí en contra de quienes las originaron, debemos observarlos y actuar en sintonía sacando provecho  e imitando sus acciones que los llevaron a encumbrarse; pero siempre pensando en el bienestar del pueblo argentino.

Debemos pensar en un modelo argentino de puertas abiertas al mundo, no a espaldas de él, pero con ideas surgidas de nuestras propias convicciones y necesidades. Debemos confiar en nuestros propios esfuerzos y ejercer nuestros derechos. Solo así lograremos engrandecer y levantar a este país desde sus ruinas.

Debemos refundar el país, programarlo para las futuras generaciones, podemos hacerlo, debemos ser avezados y pragmáticos a la vez; tenemos un potencial humano interesante; somos capaces; no permitamos que nos sigan oprimiendo.

Por ello, creo y entiendo, que nuestros políticos deben recapacitar y entender que el tiempo se acorta para ellos también, ellos persistiendo en sus actitudes, solo lograran pasar tarde o temprano por  el mal trance de esos pobladores que emigran del interior a las grandes ciudades. Y será un costo penoso. Muy penoso. Las luchas intestinas destruyen y generan odios que son muy difíciles de paliar.

No hay muestras claras de que la dirigencia argentina cambie, son los mismos de siempre los que pretenden llegar al poder, el horizonte se esta poblando de sombras oscuras lamentablemente; tal vez necesitemos de ello para resurgir como nación. Solo espero que eso no suceda.

ALBERTO HUGO ALICIO - DNI. 10416725 - Buenos Aires - Argentina


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