Se acaban los plazos, y el gobierno del Ecuador está decidiendo entrar con las armas para permitir a la compañía argentina CGC (Compañía General de Combustibles) pasar con el oleoducto por las tierras de los pueblos indios que se resisten.
Desde hace dos años, la Red Nacional Ecologista colabora con Acción Ecologíca de ese país, por los derechos humanos y colectivos de los indios ecuatorianos.
El pueblo Kichwa de Sarayaku durante 20 años vienen luchando por el derecho a su cultura e identidad propia en sus territorios ancestrales
Los sucesivos gobiernos del Ecuador juntamente con las Empresas Petroleras transnacionales han agredido y violado sistemáticamente los más elementales Derechos Humanos y Derechos Colectivos Indígenas consagrados en la actual Constitución del Ecuador, así como también en Convenios y Acuerdos Internacionales ante la OIT, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Estas empresas vienen atentando contra la integridad social, ambiental, cultural y económica de la Provincia de Pastaza y particularmente del Pueblo Kichwa de Sarayaku en su afan de continuar con la política extractivista y de saqueo irracional de los recursos No Renovables como es el petróleo, sin contemplar las consecuencias irreversibles para el equilibrio ecológico de la frágil Amazonia.
El territorio de Sarayaku es una zona de interés biológico, histórico y cultural.
Sus habitantes tienen derecho jurídico sobre ese territorio, y solicitan la salida Inmediata de la empresa CGC y la anulación del contrato con el Estado ecuatoriano, dando fiel cumplimiento de las Medidas Cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Renace Argentina, ha estado allí, ha conversado con las comunidades, y con los empleados petroleros, constatando esta situación. Tenemos copia del Cotrato que la Policía del Ecuador firmó con las empresas de petróleo, poniendo las armas a disposición de las multinacionales para evitar que los indigenas entorpezcan el trazado del oleoducto.
Ofrecemos material, fotografías, contactos. Como argentinos, nos indigna que sea una empresa argentina la que esté en complicidad con estas nefastas agresiones al ambiente, las culturas, y los derechos de los pueblos
