Ante diversas denuncias alertando especialmente sobre la existencia de tolueno en las naftas, el Ombudsman nacional elaboró un Estudio sobre el Mercado de Combustibles en la República Argentina.
Uno de los tópicos abordados se desarrolló en torno a los efectos que la calidad de los combustibles ejercen sobre la salud humana y el medio ambiente.
En los últimos tiempos se detectaron menores de edad utilizando las naftas por sus efectos alucinógenos. Concretamente, muchos adquieren pequeñas cantidades de naftas con el fin de aspirar los vapores en una bolsa.
La existencia de normas difusas, ambiguas y excesivamente permisivas, que facilitan la producción de combustibles para uso automotor a partir de la mezcla de insumos producidos y vendidos por las destilerías de petróleo con refinerías integradas, constituyen una de las correcciones que se deberían implementar de modo urgente.
Oportunamente se puso en conocimiento de las autoridades las consecuencias que producen los hidrocarburos benceno, tolueno, xilenos (denominados "solventes aromáticos" por la Secretaría de Energía) en la salud de la población.
También se advirtió acerca de la excesiva utilización de los referidos
elementos para elevar el octanaje de algunos componentes de naftas. Sin embargo, esa información parecería no haber sido tomada en cuenta por las autoridades.
Por ello, el Defensor del Pueblo considera conveniente:
La reformulación o derogación del Decreto 1016/97, que establece una serie de condiciones para que determinadas empresas produzcan combustibles gravados, a partir de componentes que adquieren en el mercado, entre los cuales se destacan el benceno y el tolueno.
La anulación de la Resolución de la Secretaría de Energía Nº
394/2002, que prorrogó la entrada en vigencia de las especificaciones, entre otras, de contenido de benceno en naftas super, mediante la cual se fijaron las características que deben cumplir los combustibles que se comercialicen en el país.
