Dado que en algunos ámbitos se relaciona este delito con la exportación de estos materiales y por lo que se cree equivocadamente en la existencia de un "reintegro por una exportación no tradicional", deseo aclarar al respecto.
Los exportadores de chatarra están sujetos a distintos tipos de controles antes de poder exportar, tales como Guardas de Aduana, Policía aduanera, Verificador de Aduana, y hasta peritos de Telefónica, Telecom, Edenor y Edesur entre otros.
Quiero decir con esto que los exportadores no pueden embarcar, por ejemplo, placas recordatorias o identificadoras de instituciones o cables telefónicos de cobre, porque se descuenta que esos elementos han sido robados y, reitero, sería imposible exportarlos, por la cantidad de controles a los que se ven sometidos. Esta mercadería, denominada chatarra no tiene ningún tipo de subsidio o de reintegro, muy por el contrario, hoy paga un arancel de exportación del 40%
Otro tema es el de las fundiciones, y al respecto deseo puntualizar: Las fundiciones pueden comprar cualquier tipo de material, en razón, justamente, que se funde, y se transforma en lingotes en forma casi instantánea. Si esos lingotes se venden en el mercado local, cuentan con un beneficio económico del 40% en dólares (al no tener que pagar ninguna retención). Y si deciden exportarlos, la retención de exportación es del 5% solamente.
Resumiendo: Si se exporta chatarra se paga 40% de retención y se pasa por numerosos controles que hacen imposible el envío al exterior de mercadería robada.
Si se exportan lingotes, producto de mercadería robada o no, se paga el 5% de retención y por supuesto se hace imposible la comprobación del origen de los mismos.
Por supuesto, habrá fundiciones que obran en forma correcta y no reciben cierto tipo de chatarra que se reconozca como robada, y otras que, en obvia actitud delictiva, la compran y transforman en lingotes, aún sabiendo el origen de la mercadería. Por lo tanto, los exportadores no son los responsables del saqueo de monumentos, placas recordatorias u otros elementos existentes en la vía pública.
Por ello, considero que el control debería centrarse en los lugares donde se llevan a cabo las sustracciones a través de vigilancia o cerco de protección u otras medidas. También, sobre los que compran el material robado y lo funden para su uso industrial y no sobre los exportadores que, además de tener estrictos controles aduaneros, ingresan divisas en el país.
ALBERTO HUGO ALICIO
DNI. 10416725