“Para Enrique IV, Paris Vale una misa. Para el intendete de Tapso, Jorge Luis Coronel, continuar en la administración de Tapso, vale tergiversar su historia y verdaderas raíces?"

(DIARIOC, 29/07/2010)  Lamento que el principal destinatario que tiene mi carta publicada gentilmente por vuestro Diario con fecha 8 de Julio de 2010 , es decir el intendente de Tapso Jorge Luís Coronel , carezca de la estatura moral y política que exige su condición de máxima autoridad de esta localidad , toda vez que parecería estar utilizando la firma de un reducido grupo de vecinos del sector santiagueño, “los incondicionales de siempre” , para intentar mejorar su deteriorada y cuestionada imagen y gestión, pretendiendo hacerlo a través de una nota de pobre contenido, publicada por Diario El Ancasti con fecha 23 del corriente mes y año, sin lograr su objetivo, al no resultar aclarados con argumentos serios y convincentes, los múltiples interrogantes e inquietudes planteados por la suscripta, que son compartidos también por muchos otros ciudadanos tapseños de bien.

De la lectura de los libros que pretenden reflejar la supuesta historia de mi querido pueblo de Tapso, los que según  surge de la nota de los secuaces de Coronel, habría sido encomendada su redacción por el mismo Coronel al Sr. Alanís, y cuya presentación “oficial”, estuvo rodeada de la ampulosidad  a los que nos tiene acostumbrados el Sr. Intendente, con grandes agasajos,   resulta que, en realidad, dichos libros,  tienen una manifiesta finalidad política y propagandística, de la supuesta apoteósica obra que según él , habría realizado en Tapso, quedando consagrada a través de sus páginas, su figura, como si se tratara de una especie de “deidad y/o salvador mesiánico” llegado desde tierras lejanas y cuya misión en este mundo, parecería ser la de “refundar” un pueblo con más de un siglo de existencia y permanencia histórica libre y digna hasta la llegada de este nuevo iluminado.

Resulta hiriente y en menoscabo a nuestra inteligencia, pretender hacernos creer que dichos libros responden a los criterios de objetividad e imparcialidad, que exige el rigorismo científico del estudio serio de la historia de los pueblos. Como lo señalé en mi anterior nota, estos libros están plagados de inexactitudes y omisiones injustificables en una investigación seria, comprometida verdaderamente con la realidad histórica de este pueblo. Lo cierto es que sus páginas,  nos muestran, esencialmente, un mero compromiso político con el funcionario de turno, que  circunstancialmente ocupa la más alta dignidad de esta comuna, convirtiéndose las precitadas obras, en dos meros instrumentos funcionales  más,( ellos mismos lo aseveran) que  aceitan la importante maquinaria política propagandística desplegada por Coronel, utilizando fondos públicos de  nuestro pueblo, en beneficio particular propio, de su flia. y de unos pocos “amigos privilegiados”. Su proyecto originario naufraga y sucumbe ante su desmedida ambición  de perpetuarse en el poder y ver agigantada su figura a toda costa, por lo que estas obras han quedado reducidas a una simple recopilación desordenada y anacrónica de distintas figuras y episodios aislados, cuya verosimilitud se pretende avalar en algunos casos con supuestos documentos, en general manuscritos, algunos de índole privada, cuyo origen , procedencia, autenticidad y veracidad  resultan dudosos, pues se dice que obrarían en poder de pobladores cuya identidad no se revela, sin consignarse tampoco,  como las supuestas fuentes, llegaron a las manos de quienes dicen tenerlas, ni si se encuentran disponibles para ser consultadas libremente por quienes deseen corroborar o profundizar en la investigación de  los hechos que pretenden reflejar.

Resulta llamativo que se omita en dichos libros mencionar los apellidos y nombres de las familias pioneras que se establecieron por primera vez en estas tierras, aquellos que con denodados esfuerzos y conforme a los avances y limitaciones propias de esos tiempos dieron vida y continuidad histórica a nuestra población, adquirieron honradamente sus propiedades, inmuebles, hacienda, hicieron cultivar y trabajar sus predios, crearon las únicas fuentes de trabajo de la época, contrataron a numerosos jornaleros y obreros de distintos oficios,(quienes con su trabajo digno, solventaron a sus familias), proveyeron con la  leña extraída  de sus campos ,la energía necesaria para el funcionamiento de las formaciones  ferroviarias, que en esa época eran a vapor.- El ferrocarril, magnífico medio de comunicación y transporte que unía a nuestro querido Tapso con lugares y culturas de las distintas latitudes de nuestro país, transportando pasajeros y carga de productos locales, a los grandes centros comerciales, construyendo las bases de nuestra economía.

También se omite nombrar a los primeros profesionales médicos, maestros, abogados, profesores, que fueron (pues ya muchos fallecieron) y en algunos casos, son hijos, nietos y bisnietos, directos descendientes, de aquellos precursores que con esmero y sacrificio hicieron honor a la moral imperante, magníficamente reflejada en la obra “Mi hijo el do´tor” de Florencio Sánchez, y mandaron a sus hijos a estudiar a las universidades y centros de estudio más importantes del país y que luego regresaron al terruño que los vio nacer y donde se criaron y formaron sus familias, consagrando su vida a ayudar al prójimo, prestando servicios médicos y medicamentos gratuitamente a quien los necesitara en la zona.- Claro, no eran hijos del “Papá funcionario” de hoy, que aprovecha el cargo que ocupa, para acomodar a todos sus “nenes adultos”  y “amigotes de ruta”, que carecen de una sólida formación profesional, y, sin embargo, ocupan altos cargos con elevados sueldos municipales, en el marco del facilismo moral promovido desde arriba., que posibilita  el meteórico ascenso social y económico de unos pocos serviles y aduladores  y donde la consigna es llegar a las más altas posiciones sin importar como, pues el lema es “el todo vale”. Por supuesto que los arribistas y oportunistas de estos tiempos, no conocen lo que es el logro obtenido en base al genuino esfuerzo y méritos personales y por supuesto que ignoran y menos les interesa descubrir los sacrificios y privaciones de los mayores que los precedieron, a los que nunca conocieron, por ser foráneos en estas tierras, por cierto generosas  que les abrió sus puertas y los albergó, cuando las nuevas generaciones depositó en ellos la confianza en lograr cambios profundos en la mentalidad de la  gente, en la formación de una conciencia ciudadana libre y democrática, y no limitarse a satisfacer algunas  de las necesidades más urgentes de algunos de los miembros de nuestra comunidad, perdiendo de vista totalmente las necesidades y valores verdaderamente importantes y permanentes y que constituyen las bases y reservas morales como sociedad libre y democráticamente organizada. Valores, historia, raíces, que nos quieren hacer creer(para conveniencia de unos pocos), que nunca tuvimos, o que si la tuvimos fueron tan malas que debemos avergonzarnos y renegar de ellos y  olvidarnos de nuestros mayores, aquellos verdaderos adelantados a su tiempo, que consagraron silenciosamente y sin alarde alguno, su austera vida y esfuerzos, en pos del bienestar de las gentes, en épocas en que no existía el fondo sojero, las regalías mineras, ni los planes y bolsones sociales, que suelen manipular los funcionarios de turno a su antojo, sembrando el temor en la pobre gente, de verse privado arbitrariamente, de su única fuente de manutención, si no se rinde pleitesía y absoluto sometimiento a sus mandatos. Acaso pretende Ud. Sr. Intendente reformular una historia de Tapso, mandada a confeccionar a su medida y que le resulte funcional a sus propios intereses? Muchos de estos hacendados, profesionales, y honorables obreros fundadores de mi entrañable pueblo tapseño, también se dedicaron a la política ejerciéndola en forma paralela a sus actividades privadas, sin especular en tomarlas como un medio de vida o fuente de enriquecimiento personal, sino todo lo contrario, lo hacían desde el llano, sin ocupar ni pretender ocupar cargos públicos, poniendo en juego sus bienes y vehículos personales y si alguna vez ocupaban un cargo, cuando finalizaban el mandato lo hacían, parafraseando a un gran correligionario Don Juan Carlos Perette, vicepresidente de la nación del Dr. Illia : “con la frente alta y los bolsillos vacíos”.Eran políticos de raza que luchaban por idearios firmes, en tiempos de duras persecuciones, por el logro del bienestar  genuino de nuestros pobladores.- Y le repito Sr. Intendente, estos artífices de la verdadera política, escrita con mayúscula, no utilizaban los vehículos, ni bienes(maquinarias, etc.) como si fueran propios.

Al contrario utilizaban sus propios vehículos, muchas veces nuevos que  quedaban desvencijados después de una campaña., al igual que sacaban dinero de sus bolsillos para atender las necesidades de la gente o carneaban animales de su propia hacienda para servir en los actos electorales, tampoco utilizaban la mano de obra pública para construir casas de doble planta en Tapso.- En fin, me pregunto cuando Ud. se refiere a viejas prácticas de otros tiempos ¿se siente identificado con la pléyade de aquellos políticos que ejercían tan ennoblecedora tarea, por verdadera vocación desinteresada al bien común y salían empobrecidos de tal actividad? ¿ O acaso se siente más identificado con aquella fracasada generación de políticos que se resignan al “hacen algo para robar y embaucar a muchos”? Me pregunto ¿será una simple casualidad omitir mencionar en los libros el apellido de la familia que diera a luz a los primeros profesionales médicos de estas tierras?. También es casual que se yerre al consignar el apellido de la única heredara propietaria de la residencia apropiada para establecer el  nuevo edificio municipal, cuando ya existía otro en pleno funcionamiento? ¿Es fruto también de la casualidad  que dicha propietaria sea descendiente directa de uno de los fundadores qué formó los primeros médicos de este pueblo?¿ Es casual nombrar en los libros los nombres y apellidos de las honorables familias que se desempeñaron como arrendatarias, contratistas, obreros, dependientes, que trabajaron estas tierras , pero llamativamente se omite nombrar a los propietarios, quienes pusieron en riesgo su capital, herramientas, maquinarias, creando fuentes de trabajo, constituyendo las bases económicas de esta comunidad esencialmente agrícola-ganadera? ¿Es casual no mencionar que dichos hacendados pioneros fueron los que donaron la mayoría de los terrenos y edificios donde funcionan los organismos públicos e instituciones políticas, religiosas, culturales y deportivas de este pueblo?

La estrategia es meridionalmente clara y perversa, se trata de ignorar y/o menoscabar la labor de quienes lo precedieron y de ese modo hacerse erigir por la corte de bufones y halagadores que lo secundan, como un mesías merecedor del bronce y el mármol inmediato y, sobre todo asegurar un tercer mandato  en el manejo de Tapso, sin permitir que sean otros, las generaciones futuras quienes, con la mesura y ecuanimidad que brinda el devenir histórico, sean los encargados de meritar en su justa dimensión y contexto histórico, su actuación y obra, debiendo el Sr. Intendente no malgastar su tiempo, esfuerzo y menos aún los fondos de la municipalidad en auto glorificarse, para así, asegurarse el pretendido lugar que tanto anhela en la historia de Tapso.-

Acaso ¿participa el intendente de Tapso, del concepto de Maquiavelo  según el cual

el fin justifica los medios, y por lo tanto se debe sembrar el odio, rencor y resentimiento en una sociedad donde el que divide asegura su reinado? ¿Acaso Coronel cree que como decía Enrique IV, rey de Inglaterra que se convirtió al catolicismo para acceder al trono francés:”París vale una misa”.- Asegurarse un tercer mandato,¿vale para él, despojar al pueblo tapseño, de su verdadera historia,  raíces e identidad o mejor aún hacerle creer que nunca las tuvo? ¿Acaso Ud. proyecta en nuestro pueblo sus propias carencias personales? Al punto que en la biografía que figura en la contratapa de los libros miente sobre su lugar de origen, es decir reniega del mismo.¿ No sería conveniente que hubiese incluido  en dicha biografía la historia de su vertiginoso crecimiento patrimonial a partir de que asumió la intendencia de Tapso? Me pregunto ¿permite Ud. que los organismos de contralor interno y externo del Gobierno de Catamarca, puedan analizar adecuadamente las rendiciones de cuenta de la Municipalidad? ¿ y dichos organismos tienen la voluntad política de ver más allá de los fríos números que podrían ser prolijamente dibujados en los balances y estados contables, por profesionales contratados para tal finalidad? .-Finalmente cierro diciendo que la historia de un pueblo no es digna de llamarse así, si se escribe reconociendo desde el vamos que es parcial, tal como lo hacen sus secuaces, en la pretendida defensa de su nota del  23/7/2010, pues tal tendenciosidad , le quita objetividad, veracidad y credibilidad, y más que acercarnos a la verdadera realidad histórica de un pueblo, nos aleja de la misma, creando confusión e incertidumbre entre su gente, dejándonos en una verdadera situación de vulnerabilidad  e indefensión, para que seres inescrupulosos aprovechen esta circunstancia , creada intencionalmente para beneficio de sus propios intereses. Es por eso que ejercito una vez más mi entrañable vocación docente y me veo en la obligación de denunciar públicamente las falacias sobre las que pretende reconstruir nuestra historia, a los fines de prevenir a las generaciones futuras, quienes tendrán el deber moral de  reconstruir la verdadera historia de Tapso, haciéndolo con un criterio objetivo, científico y siguiendo las reglas epistemológicas que exige la investigación y exégesis histórica seria.


Agradecida, saluda muy atentamente

María Aurelia Mercado

L.C. 4782202

Tapso- Catamarca