El número final fue aplastante. Y es que la gente se volcó en un 75,4% a favor de la salida de Griselda Sánchez de la casa de Gran Hermano, que vuelve a tener sólo nueve integrantes.
Ahora el grupo mayoritario pierde a una de sus aliadas y se equilibra en parte el poder en la casa frente a las rebeldes Marianela, Claudia y la sobreviviente Mariela.
Es que la salteña salió nuevamente fortalecida de la nominación –su tercera- y ahora los chicos deberán repensar la estrategia a la hora de establecer sus votos.
Una vez conocido el desenlace, la mendocina se reunió en abrazos y besos con sus aliados, Jonathan, Jessica y Sebastián, pero antes de dejar la casa besó también al resto, inclusive a las rivales Claudia, Mariela y Marianela.
Sebastián su amigo más fiel se encargó de llevarle la valija hasta la salida, mientras la mendocina saltaba de alegría.
Sorpresivamente no se emocionó tanto la morena al dejar el hogar, sino que dio la impresión que la salida significó un cierto alivio para la mendocina. Antes de irse desfiló por el patio de la casa con la sensualidad clásica de su paso, ya una marca de su estilo.
Una vez llegada al piso del programa, se estrechó en un largo abrazo con su gente, entre ella su querida hija "Memé".
"Estar en la casa de Gran Hermano es una sensación que no se puede explicar. Hay que vivirlo", fue uno de sus primeros conceptos tras ser recibida en el estudio por Jorge Rial.
"Nunca pensé estar tanto tiempo en el juego, creí que iba a durar menos", acotó.
Respecto a su bajón anímico ante el reingreso de Claudia, la morocha dijo: "En realidad estaba sacada por todo en ese momento".
Una vez puesta en contacto por el televisor de la casa, la mendocina habló con todos sus ex compañeros pero le dedicó un tiempo especial a sus queridos aliados. Sin embargo no se olvidó de saludar a rivales como Marianela y Mariela.
Ahora la casa tiene nuevos equilibrios de poder, y los ex "Pollitos" parecen estar cediendo su lugar como grupo más fuerte. Da la impresión que todo puede suceder, mientras la realidad del juego está más pareja que nunca.