"El ya nos había avisado que se iba después del partido que jugamos con Peñarol, en Montevideo, por la Copa Libertadores, porque se había cumplido un ciclo y existía un desgaste lógico. Pero hay que ver que pasó después de perder con Gimnasia para que lo terminaran echando", refirió.
Sin bajarse del tren del reconocimiento, Campestrini insistió en la "lealtad" de ´Lechuga´, "además de ser un gran trabajador. Por eso la respuesta del plantel hacia él fue siempre la mejor", advirtió.
"Con Alfaro vivimos años increíbles y ahora estamos en una situación atípica para la institución, porque en 10 años acá solamente se cambiaron tres entrenadores, ya que antes de Gustavo estuvieron solamente Daniel Garnero y Jorge Burruchaga. Hay clubes que cambian la misma cantidad solamente en un torneo corto", dijo.
"Pero ahora que llegaron Martín Palermo y dos ayudantes con mucho camino recorrido como futbolistas, tales los casos de Roberto Abbondanzieri y Rolando Schiavi, yo sostengo que los que tenemos que cambiar este mal momento que pasamos en el torneo local somos nosotros. Esto depende de los jugadores", señaló.
Arsenal se encontrará este jueves recibiendo a Unión Española, de Chile, por los octavos de final de la Copa Libertadores, una instancia nunca alcanzada por el equipo de Sarandí.
"El ´laburo´ de este nuevo cuerpo técnico recién se va a notar después del Mundial. Ellos llegaron con la mejor disposición, pero no van a cambiar las cosas en 48 horas. Con el cambio de técnico las expectativas se renuevan no solamente para los 11 titulares, sino para los 30 integrantes del plantel", aclaró.
"Se nota que los tres siguen pensando como jugadores, y de hecho Schiavi acaba de dejar la actividad hace muy poquito, y hay que escucharlos por su experiencia en la Copa, aunque no es lo mismo vivir la Libertadores como jugador que como técnico", advirtió.
Sin embargo, cuando Campestrini habla de un nuevo Arsenal post Mundial, lo que no dice inmediatamente es que él no va a estar en el club para verlo.
"En junio me voy de Arsenal definitivamente. Después de seis años y medio en el club llegó la hora de partir. Ese mes voy a quedar libre y quiero afrontar nuevos desafíos. Pero no voy a ir a ningún otro equipo argentino. Acá solamente puedo jugar en el ´Arse´ o en Almirante Brown (Isidro Casanova)", avisó.
"Sé que a los 32 años y con 1,80 metros no tengo chances de ir a jugar a Europa, pero sí puedo hacerlo en México, Chile o Asia. Aunque teniendo a Jorge Cyterszpiler de representante, todo es posible", enfatizó.
Por eso, "si Arsenal pasa a las seminfinales de la Copa, que sea otro el que disfrute de esa circunstancia que sería histórica para el club".
"Pero yo no tengo más desafíos profesionales que asumir en Arsenal, y aunque sé que no soy Iker Casillas como para que me lluevan 10 ofertas apenas me vaya, lo que quiero es dar un salto en mi carrera", argumentó.
"El presidente del club, Julio Grondona (hijo) me ofreció seguir, pero no quiero. Si tengo que hablar de él, lo que puedo decir es que es más hincha que dirigente. Es muy loco, pero es un tipo correcto y leal. Y es uno más. Es tan humilde que hasta se pone a barrer las tribunas. Y eso es tal como lo digo", sentenció.
Fuente: Télam
