La delegación aterrizó en un vuelo chárter a las 16.20 en la ciudad de Barcelona y posteriormente recorrió en micro unos siete kilómetros al oeste para instalarse en la ciudad lindante al norte con el mar Caribe.
Argentina instaló su concentración en el Gran Hotel Puerto La Cruz, nacionalizado por el gobierno de Hugo Chávez, y ubicado unos 100 metros de la Paseo Colón, el corredor costero más típico del lugar.
La ciudad recibió al equipo argentino bajo una intensa lluvia y 33 grados de calor, después de un viaje que se retrasó alrededor de dos horas por una escala técnica en Salta.
Unos treinta hinchas, ubicados en el acceso al predio, recibieron al micro del plantel argentino, que estuvo estrictamente custodiado por 70 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana.
El equipo argentino se entrenará a puertas cerradas en el estadio José Antonio Anzoátegui (a 4 kilómetros del hotel) a las 20.30 (19 hora local).
Venezuela y Argentina jugarán mañana desde las 21.50 en medio de una expectativa creciente en el país de tradición beisbolística, luego del histórico cuarto puesto en la última Copa América.
La organización confía en agotar las entradas para el partido (40 mil personas), cuyo dispositivo de seguridad estará compuesto por 1600 agentes.
