El partido se juega desde las 12.30 en el estadio Beogradska Arena, un escenario preparado para albergar 25 mil personas pero que lució despoblado en los primeros partidos del torneo. Es televisado en vivo por ESPN+ y Canal 7.
El nuevo equipo dirigido por Javier Weber, con apenas tres meses de trabajo acumulado, estará obligado a ganarle a la potencia mundial -también encara un recambio de jugadores pero sin perder jerarquía- para cumplir el sueño de alcanzar por primera vez en la historia una semifinal de Liga.
Tras la victoria de Brasil ayer ante Cuba por 3-1 con parciales de 25-18, 23-25, 25-17 y 25-19, Argentina deberá ganarle hoy sin llegar al tie break y luego quedar por encima de cualquiera de los dos rivales de grupo en el coeficiente, o sea en el promedio de puntos alcanzados en el "Final Six".
Con dos partidos jugados, los cubanos suman tres puntos y 178 tantos; Brasil también tres unidades y 98; mientras que los dirigidos por Javier Weber tienen cero y 95.
Superada la bronca por la derrota ante los centroamericanos por 3-1 en la apertura del "Final Six", el equipo argentino cumplió con una doble jornada de entrenamiento.
Por la mañana, los jugadores hicieron tareas de musculación en el gimnasio del estadio; mientras que a la tarde tomaron contacto con la pelota en el gimnasio Hala Pionir, donde le ganó a Serbia el primero de los cuatro partidos que disputaron por el grupo B.
Posteriormente, el plantel se alojó en la concentración del Hotel Continental, a la espera de un partido en el que su rival es claramente favorito.
Los brasileños, además del bicampeonato mundial, ostentan la medalla de plata en los últimos Juegos Olímpicos Beijing 2008 y ganaron seis de las últimas ocho ediciones de la Liga Mundial, todas con su actual entrenador Bernardo Rezende.
El director técnico Weber advirtió la necesidad de contrarrestar el sistema de saque y ataque que caracteriza a los brasileños.
Todos los jugadores están en condiciones físicas para disputar el clásico, le confirmó a Télam el médico del plantel, Gabriel Solari.
Por su parte, el receptor punta del equipo argentino Guillermo García, opinó que brasileños "son los mejores del mundo", reconoció que vive la rivalidad "de manera especial" y confió que las posibilidades de ganar son "cincuenta y cincuenta por ciento, como cualquier partido".
"Nosotros sabemos que Brasil es distinto por mentalidad. Van a entrar a pisarnos la cabeza porque son así en general. Lo hacen contra Cuba, Rusia o Estados Unidos", aseguró en diálogo con Télam.
A su vez, el central del seleccionado argentino, Gustavo Porporatto, aceptó ayer que ganarle hoy a Brasil, actual bicampeón del mundo, será "muy difícil" y demandará "jugar el mejor partido".
