"Lo de Juárez y casado fue excelente, pero lo más importante es la unión de todo este grupo que con el respaldo de la Secretaría de Deporte y ADETRA (Asociación de Deportistas Trasplantados) vamos haciendo realidad el sueño que teníamos de pibes: ‘defender la camiseta argentina en un Mundial’. Recuerdo que cuando mi corazón dejó de funcionar estaba en el segundo año del profesorado de educación física y pensé que el mundo se acababa por completo y ahora la vida me pone frente a esta gran oportunidad", reflexionó con emoción para
www.deportes.gov.ar el entrenador Lirio, quien además es integrante del equipo de voleibol que ganó la medalla de plata.
Las otras medallas plateadas fueron logradas por Patricia Cohen, en arquería, quien ganó tres, Ricardo Arce, en squash, Elvira Mendiburu, en atletismo (5.000 metros), Nicolás Trivani, en tenis y el seleccionado de voleibol femenino. Por su parte Daniel Coniglio también sumó una de bronce, en atletismo, prueba de 5.000 metros.
El Mundial convoca a 1.800 deportistas trasplantados, 21 de Argentina. La ceremonia de apertura, que se realizó en el estadio nacional, en Bangkok, contó con la presencia de la princesa del reino de Tailandia, Maha Chakri Sirindhorn y el cónsul argentino Javier Cebrelli.
Deporte y Salud
Muchos de estos competidores se entrenan con la supervisión del programa Deporte y Salud, de la Secretaría de Deporte de la Nación, que se lleva a cabo todo el país como parte del Plan Nacional de Deporte Social en conjunto con ADETRA y el INCUCAI.
"Estamos impulsando el desarrollo del deporte para trasplantados en el CENARD y el resto del pais con un equipo interdisciplinario. Entrenamos durante todo el año a deportistas trasplantados. Para ellos el deporte es incluso más beneficioso que para las personas que no han recibido un órgano", expresó el coordinador del Programa de la Secretaría de Deporte, Gustavo Moreno.
Y prosiguió: "El trasplantado debe tomar medicación de por vida y realizar ejercicio físico ayuda a controlar las glucemias, disminuye el colesterol, controla la tensión arterial y estimula el calcio de los huesos".
"Cuando se hace deporte y se tiene un corazón sano hay una respuesta nerviosa que comunica al corazón la necesidad de bombear más sangre. En un trasplantado no se produce esta reacción, sino que se sustituye por información hormonal mediante las catecolaminas. Durante los entrenamientos, el deportista trasplantado cuenta con seguimiento médico que confirma que la respuesta del órgano ante la actividad física, es suficiente", completó Moreno.