Sin Riquelme Boca es un equipo sin fútbol, sin claridad, porque Leandro Gracián no cumple esa función y el resto no acompaña como para que alguien se haga dueño del equipo.
Entonces, en la primera parte del partido ante Colo Colo, los dirigidos por Carlos Ischia, quien por haber sido expulsado en Chile tuvo que ver el partido desde un palco, jugaron al viejo estilo de Boca, empujando, arrinconando a su rival contra su área, con fuerza y llenando el área de centros.
En los primeros 15 minutos Boca lo tuvo contra un arco al futuro ex equipo de Claudio Borghi, y tuvo una chance clara en los pies de Fabián Vargas, pero salvó el colombiano, pisando el área chica, estrelló su remate en el palo.
Boca no jugaba bien, pero merecía ganar, por su actitud. Pero de golpe todo se complicó llegando a los 20 minutos, cuando Luciano Monzó cometió una fuerte falta y fue expulsado por el árbitro paraguayo Carlos Amarilla.
Y esa expulsión fue clave porque minutos después Gustavo Bizcayzacú, ingresando por el sector que dejó libre Monzón y que no ocupó como le pidieron a Jesús Dátolo, convirtió el primer gol del partido.
En el primer ataque serio los chilenos se ponían al frente del marcador y complicaban a Boca. Pero el equipo de Ischia fue a buscar y pocos minutos después le cometieron una clara falta a Martín Palermo dentro del área, Amarilla cobró penal, pero el goleador falló, desviando su remate.
La desazón invadía a todos, menos a Palermo, que no sintió ese golpe y a la jugada siguiente tomó un rebote dentro del área, remató, tapó el arquero Muñoz y nuevamente el Titán tomó el rebote para señalar el empate, llegando a la media hora de la etapa inicial.
A partir de ese momento, con un jugador menos, Boca arrinconó al Colo Colo contra su arco, pero falló en la definición y no pudo ponerse en ventaja, como debía.
Eso lo pagó caro, porque llegando al final del primer tiempo, una contra, que se gestó en el sector que nadie ocupó con la salida de Monzón, terminó con un centro al área, una serie de rebotes para que Bizcayzacú anotara el segundo gol de Colo Colo y el suyo personal, para irse al descanso con la visita arriba 2-1 en el marcador.
En el segundo tiempo los chilenos salieron inesperadamente decididos a liquidar la historia y cuando merecían el tercer gol, porque eran superiores a Boca llegó el tanto del empate de Leandro Gracián, quien a los 4 minutos definió con gran categoría luego de una habilitación perfecta de Vargas.
Como sucedió después del empate en la primera etapa, Boca, con uno menos, volvió a ser el protagonista absoluto del partido, con un Palacio inspirado, complicando por derecha, por izquierda, por el medio, generando situaciones de gol y corriendo como si fuera Sebastián Battaglia.
De tanto buscar, de tanto ir, Palacio tuvo su premio, porque en una contra quedó mano a mano con el arquero lo gambeteó y definió para que toda “La Bombonera” se viniera abajo para gritar el gol y para aplaudirlo.
Por primera vez en el partido Boca se ponía en ventaja, en un segundo tiempo vibrante, emocionante y con dos equipos buscando la victoria, con sus armas y sus limitaciones, regalando por momentos un gran partido de fútbol, algo poco habitual por estos tiempos.
Los minutos finales fueron de un ida y vuelta constante, donde Colo Colo pudo empatar, pero lo evitó Mauricio Caranta, y en Palacio pudo cerrar su noche con dos tantos, pero el palo se lo impidió.
Cuando este gran segundo tiempo se terminaba apareció otra vez Palacio, esta vez para asistir al ingresado Neri Cardozo, quien con un fuerte remate marcó el cuarto gol de Boca y liquidó la historia, más allá del descuento de Rodolfo Moya.
El partido de este jueves por la noche los de Ischia lo pudieron perder, pero terminaron ganando, pese a jugar gran parte del encuentro con un hombre menos, porque la mística “copera” sigue vigente y porque Palacio no estaba del lado de enfrente.(Telam)