Lanús dispuso a varios jugadores que no son habitualmente titulares, pensando en el partido del miércoles próximo ante Caracas por la Copa Libertadores.
El dibujo fue el de siempre, 4-4-2, con mediocampistas externos claramente ofensivos, en este caso Nicolás Ramírez y Diego Valeri. Salvio ocupó su puesto natural de atacante junto al juvenil Cristian Menéndez.
Boca opuso un 3-4-1-2, que dadas las características de los volates por afuera, dos laterales clásicos (Hugo Ibarra y Juan Krupoviesa), incluyó cinco defensores.
Además, los delanteros que Ischia presentó, Rodrigo Palacio y Ricardo Noir, poseen cualidades para atacar por afuera, por lo que faltó el referente de área.
Leandro Gracián intentó infructuosamente hacer olvidar a Riquelme, quien fue preservado por padecer molestias musculares.
El local usufructuó rápidamente los desacoples defensivos ‘xeneizes’ y anotó el gol casi desde el vestuario. Salvio, quien regresó luego de haber sido el único jugador rescatable del seleccionado sub 20 que fracasó en Venezuela, abrió el marcador con un anticipo ofensivo de derecha.
Ya en ventaja y tal como acostumbra, Lanús exhibió un mayor volumen de juego y estuvo a punto de estirar las cifras a los 13 minutos, cuando Valeri metió la diagonal desde la izquierda y remató a la base del palo derecho de Roberto Abbondanzieri.
En su primera acción clara de ataque, Boca intentó alcanzar el empate a través de Noir, cuyo zurdazo fue a la posición de Carlos Bossio.
Gracián se vinculó más con la conclusión de las jugadas que con el armado, a tal punto que a los 38 minutos exigió con una buena media vuelta a Bossio, otra vez bien ubicado.
Lanús dividió más la pelota con el rival pero a los 40 minutos casi anotó el segundo tanto por intermedio de Valeri, quien no alcanzó a conectar bien un tiro rasante de Eduardo Ledesma. No obstante, Abbondanzieri tapó el remate.
Sebastián Battaglia fue amonestado, llegó a la quinta tarjeta y no podrá actuar el domingo próximo ante Huracán.
En el segundo tiempo, Boca salió decidido a buscar el empate y a los 4 minutos contó con una ocasión clara para concretar su objetivo. Pero Gracián culminó con un disparo desviado de zurda una buena combinación ofensiva gestada por el sector derecho.
Lanús se paró muy retrasado, y cedió campo y pelota al equipo ‘xeneize’.
A los 11 minutos, Ischia efectuó cambios de tres cuartos de cancha hacia adelante: Martín Palermo sustituyó a Noir y Nicolás Gaitán entró para actuar en su posición natural de enganche por Gracián.
Luis Zubeldía apostó a retocar el costado derecho del medio campo e incluyó a Sebastián Blanco, de mejor manejo, por Ramírez.
A Boca le costó penetrar en la defensa local y apeló a remates desde media distancia para tratar de inquietar. Para colmo, a los 30 minutos, Palacio se retiró lesionado con una molestia en el aductor izquierdo y fue sustituido por Lucas Viatri.
El reemplazante habitual de Palermo tuvo una posibilidad inmejorable para empatar a los 32 minutos, pero Bossio le tapó magistralmente el disparo dentro del área.
Con el campo a su disposición, Boca soltó más a los laterales-mediocampistas, especialmente a Krupoviesa, quien sin embargo terminó mal las jugadas al momento de asistir.
Boca perdió por segunda vez en serie en el Clausura y sigue ofreciendo versiones futbolísticas que en nada se parecen a las del campeón del Apertura 2008.
Aun en las victorias, frente a Gimnasia de Jujuy (2-1), por el Clausura, y Deportivo Cuenca (1-0), por la Copa Libertadores, el conjunto conducido por Carlos Ischia jugó mal.
Riquelme jugó en los dos triunfos oficiales del semestre, por lo que los rendimientos deficientes de Boca están más allá de la ocasional presencia del enganche, cuya calidad e incidencia en el funcionamiento colectivo son indiscutibles.
Lanús se repuso del 2-3 que le propinó Gimnasia y Esgrima La Plata y sumó la segunda victoria consecutiva como local.
Como detalle llamativo del partido, los dos entrenadores, Zubeldía e Ischia, fueron expulsados por Saúl Laverni, de correcto trabajo.(Telam)
