Por su parte, Juan Román Riquelme, mediante un penal que le otorgó el árbitro colombiano Oscar Ruíz, anotó el tanto "xeneize", a los 11 del complemento.
La presión de Boca, tratando de revertir el resultado del encuentro de ida jugado en Porto Alegre, contrastó con la intención de controlar la pelota y jugar lejos de la valla defendida por Lauro que puso de manifiesto el Inter.
Con Leandro Gracián en el rol de Juan Román Riquelme, el equipo que dirige Carlos Ischia presionó en los minutos iniciales del partido, especialmente a través del movedizo Pablo Mouche, que rotó por el frente de ataque junto a Luciano Figueroa y no vaciló en rematar al arco cuando las circunstancias lo aconsejaron.
Pero así como Boca encontró espacios para los desplazamientos ofensivos, su defensa cometió desatenciones que pudieron haberle costado algún “dolor de cabeza”.
La situación más clara en el primer tiempo la tuvo el “xeneize” a los 32 minutos, cuando Figueroa, con el arco a su disposición, cabeceó desviado un centro de Mouche desde la derecha. Antes, Magrao cortó con lo justo una maniobra de Gracián y poco después Lauro rechazó al corner un disparo del mediocampista uruguayo Alvaro González.
Andrés D’Alessandro tuvo escasa participación durante el período inicial pero exhibió su indudable jerarquía. Entonces, las situaciones para el Inter dependieron de sus delanteros Alex, de gran tarea- y Nilmar, además de las proyecciones del zaguero central Indio.
Instantes antes del descanso, Lauro salvó su arco ante un cabezazo de Ezequiel Muñoz.
El gol de Magrao, de atropellada luego de un centro de Nilmar, obligó a Carlos Ischia a acudir al banco y disponer los ingresos de Juan Román Riquelme y Dátolo por Leandro Gracián y Nicolás Gaitán, respectivamente. Asimismo, en el comienzo de la etapa Lucas Viatri reemplazó a Neri Cardozo.
Un penal "inventado" por Oscar Ruíz le permitió a Riquelme poner el tanteador 1 a 1, a los 11 minutos.
El gol de Román tonificó a Boca, mientras Internacional acusó el impacto y por un momento perdió las marcas. Figueroa volvió a fallar al cabecear desviado y el "Pampa" Calvo también mandó la pelota afuera.
Pero la reacción de Boca duró poco. Fue como canto del cisne antes de morir. En la medida en que D’Alessandro tomó contacto con el balón, el Inter volvió a dominar el partido y hasta se permitió algunos "lujos" en la mismísima Bombonera.
De una lucida maniobra del ex jugsdor de River, con "caño" incluído, llegó el gol de Alex y allí Boca claudicó definitivamente.
Boca se despidió de la Copa Sudamericana, el Inter sigue en carrera.
