Desde que Alves se fue, más de una decena de técnicos se negaron a hacerse cargo de un club plagado de internas: desde dirigentes hasta jugadores, que exponen una imagen de conflicto permanente.
La lista de candidatos que de a poco se deshizo por negativas o falta de convenciemiento cuenta a Guillermo Barros Schelotto, Carlos Bianchi, Edgardo Bauza, Miguel Ángel Russo, Jorge Bermúdez, Diego Cagna, Julio Falcioni, Antonio Mohamed, Blas Giunta, Marcelo Bielsa y Gerardo Martino, mientras que a estos puede sumarse el de Claudio Borghi, hoy principal candidato de la dirigencia, pero que priorizará su proyecto en el campeón, Argentinos Juniors.
¿Impericia dirigencial o ineficiencia deportiva?
Las responsabilidades del andar sin rumbo son compartidas: la dirigencia se asume ignorante en la materia futbolística, tanto que el presidente, Jorge Amor Ameal, utilizó ese argumento cuando decidió la contratación de Carlos Bianchi como manager.
Ese reconocimiento podría haber sido loable si desde lo estrictamente dirigencial, que es el terreno en el que debe desenvolverse, las consecuencias de las decisiones hubiesen sido positivas. Sin embargo, no dieron resultado ni la contratación de Bianchi, ni la de varios jugadores por los que mucho se pagó, ni la aceptación de la salida de otros que hoy Boca extraña.
Por otra parte, los conflictos entre los líderes futbolísticos del equipo, terminan de diseñar este presente del club, que con la derrota ante Banfield cerró su peor campaña en torneos cortos y dejó en evidencia que la refundación es hoy el objetivo principal que la institución debe perseguir de aquí en adelante.
Fuente: Infobae