Las caras largas de los jugadores al llegar este martes a Ezeiza eran lógicas y previsibles, teniendo en cuenta la paliza que le había propinado, hace apenas 48 horas, Banfield, por 5-0, aunque la visita del presidente, José María Aguilar, del secretario, Mario Israel y de Norberto Alvarez, integrante del Consejo de Fútbol, hizo que el cuadro de situación paulatinamente fuera cambiando.
Además, la charla con el técnico Manuel Pellegrini, que duró aproximadamente media hora y en la que se habló de todos los errores cometidos ante Banfield, sirvió para exteriorizar lo que cada jugador tenía adentro y de esa manera trabajar de mejor manera el superclásico del próximo domingo frente a Boca, en el estadio Monumental. (Télam).-