"Caruso Lombardi será para Argentinos Juniors lo que Ramón Díaz para River, porque nos dará la motivación necesaria para levantar el ánimo y superar este momento difícil que estamos atravesando", dijo Diego Placente cuando el entrenador asumió en el equipo de La Paternal a mediados de marzo.
El defensor no hizo más que expresar lo que ya se conoce de Ricardo Caruso Lombardi: es un entrenador que utiliza la motivación como método de recuperar conjuntos en malos momentos, hacerlo sumar confianza, puntos y así evitar que caigan en desgracia.
Empezó su carrera en el ascenso y en base a su talento para descubrir futbolistas logró algunos títulos y de la mano de Maradona llegó a Primera. En la máxima categoría se hizo fama de bombero, aquel DT que salva equipos del descenso, aunque también armó la base a algunos planteles que luego fueron campeones.
Pero también es reconocido por sus constantes conflictos, los mismos que muchas veces le sirvieron en momentos particulares para su misión. Su estrategia es responder las acusaciones que otros hacen de sus actitudes dentro del vestuario y exponiendo esas diferencias en los medios.
Llegó a Argentinos Juniors, con el equipo en caída y en los primeros cuatros partidos sumó seis puntos –un triunfo y tres empates- pero luego perdió cinco encuentros en fila y la sombra del descenso se empezó a hacer cada vez más presente.
“Yo no vendo humo, mi trabajo lo hago bien. Soy un foco que no gusto en el ambiente, hay mucha gente que no me quiere, porque digo las cosas en la cara y vengo de abajo”, dijo en una entrevista con Rock&Pop.
Y luego disparó con Diego Placente, con quien mantuvo un enfrentamiento ayer y al que acusó, entre otras cosas, de venir de paseo al club y solo querer cobrar su contrato. El defensor lo atacó diciendo que ya se sentía descendido.
Durante su carrera en primera, Caruso tuvo conflictos en casi todos los equipos que dirigió, Racing y Quilmes aparecen como las excepciones a la regla. Pero en todos consiguió puntos y dejó proyectos de futbolistas que luego dieron frutos.
En San Lorenzo, el último club que rescató del descenso, criticó a la hinchada porque no alentaban, se enojó con periodistas y se peleó con algunos jugadores y hasta con Tinelli. Dirigió 23 partidos: ganó 7, empató 10 y perdió 6, con una efectividad de 44,9 por ciento.
Antes estuvo en Quilmes, de donde se fue con el equipo luchando por el ascenso en el Nacional B tras perder la categoría en 2011.Su salida fue pacífica con 8 triunfos, 10 empate, 6 derrotas y el 47,2% de los puntos en la A.
En Tigre, donde tuvo varios pasos y fue campeón en el ascenso, fue acusado por el jugador colombiano Camilo Angulo Villegas de pedirle plata a su representan para jugar, pero de ese plantel salieron varios referentes de la actualidad. Dirigió 38 partidos: 14 ganados, 7 empatados, 17 perdidos. Efectividad: 42,9.
Su primera experiencia en un club grande fue en Racing, llegó como el salvador y no defraudó. Finalizó quinto en el Clausura 27 y salvó al equipo del descenso y la promoción. Se fue por malos resultados en el torneo siguiente, sin conflicto. Dirigió 24: 8 ganados, 10 empatados, 6 perdidos. Efectividad: 47,2.
Newell´s lo fue a buscar en 2007 con la misma misión: evitar la pérdida de la categoría. En 28 encuentros, ganó 13, empató 6 y perdió 9 con una efectividad del 53,5%. Pero tuvo una fuerte pelea con Rolando Schiavi, con acusaciones mediáticas cruzadas.
En su anterior paso con Argentinos, tuvo una buena campaña, armó la base del elenco que sería campeón en 2010 –Con Borghi como DT- y se peleó con Andrés Scotti, nuevamente por acusaciones sobres sus manejos.
Esta vez la cuestión es diferente, los dirigente fueron quienes decidieron sacar del plantel a tres referentes"para descomprimir" y Caruso aceptó su salida. "Se tuvieron que ir por la puerta de atrás luego de partido con Belgrano porque la gente los estaba esperando", explicó el DT.
Además el hecho de que haya asumido con un equipo lejos del descenso y que hoy está a solo tres puntos de perder la categoría hace que la comparación con sus experiencias anteriores sea distinta.
Él confía que lo va a sacar adelante y para no ser infiel a su estilo pidió que los partidos "sean normales, porque a Independiente lo ayudan porque es Independiente".
FUENTE: playfutbol.infobae.com
