Ángel, de 12 años, practicaba rugby en Catamarca Rugby Club, pero, a principios de este año, sin aviso, y para sorpresa de su entrenador Daniel DÁvila, dejó de asistir a los entrenamientos. Curioso y preocupado, Daniel insistió en averiguar cuál era el motivo de su ausencia y se enteró que el pequeño era huérfano, que vivía en un Hogar de Menores y que había sido adoptado por una familia que residía en la Ciudad de Buenos Aires.
Encontrar la oportunidad para despedirse motivó este viaje a la Ciudad. Los paseos se realizaron en el marco del programa Conociendo BA, que organiza el Ministerio de Gobierno y convoca a los ciudadanos del interior del país a participar de una visita guiada gratuita de carácter turístico y cultural. Luego, llegó el momento para el abrazo postergado.