El Barça desgastó a su rival con toques y rotación de pelota pero le costó mucho crear situaciones del gol concretas. Así fue hasta que sobre el final del segundo tiempo, el técnico argentino decidió incluir a Alexis Sánchez y le dio mayor movilidad al equipo.
Neymar se convirtió en el eje central del juego catalán pero fue maltratado por los defensores del Celtic. Cayó por las patadas en tantas oportunidades como intentó desequilibrar y llegar al área. Pese a eso, se las arregló para generar juego, darle velocidad a los últimos metros del ataque y mostrarse como una alternativa visible.
El conjunto escocés fue un duro rival para el equipo catalán. Ordenado en el fondo, veloz en la salida del contraataque e inteligente para ganar el medio campo y buscar alternativas en el ataque. Pero Barcelona le ganó el duelo con actitud y buenos pies. A pesar de que no fue el mejor partido del equipo de Martino, el triunfo fue justo.
Fue Fábregas el dueño del gol. Después de un desborde y un centro de Alexis Sánchez, el español cabeceó en el área chica y descoló al arquero del Celtic. El triunfo se concretó cuando el partido parecía consumirse en un empate que dejaba al Barcelona parado frente a las críticas. El equipo de Martino ganó, por lo justo, y cosechó la segunda victoria en el grupo de la Champions League.
Fuente: infobae.com
