"El fútbol es un espectáculo. Interrumpirlo permanentemente con el silbato es el camino equivocado", señaló Collina.
Los jugadores deberían ayudar a los jueces para que haya menos interrupciones, pidió Collina. "En el extranjero, los jugadores se comportan de manera diferente", dijo el árbitro que dirigió la final del Mundial de 2002, que pidió más juego limpio y respeto a los jueces.
Fuente: Télam