Y así fue: Banfield penó salir a aguantar el 3-1 conseguido en el partido de ida con cinco defensores en Brasil, perdió 2-0 y se quedó afuera de la Copa Libertadores.
El partido fue todo del Inter. Y de D’Alessandro, que condujo a su gusto y guió la victoria.
De sus pies nació la jugada en la que Alecsandro abrió el marcador, a los 41 del primer tiempo. Y también de su cabeza, con su frialdad para dirigir desde adentro y abrir la cancha cuando había que hacerlo, llegó el 2-0 que dejó estéril el 3-1 de la ida.
Porque ante igualdad en el resultado global (3-3 en este caso), pasa el que más goles como visitante gritó. Y así fue.
Después, cuando el Taladro quiso despabilarse, ya era tarde: cargaba con un 0-2 y un equipo que poco podía ofrecer en la ofensiva, más allá de lo que intentaron aportar entre Seba Fernández, James Rodríguez y Walter Erviti.
Encima, cuando quedaban poco más de ocho minutos por jugarse, el colombiano de Banfield se fue expulsado tras pegarle una patada a D’Alessandro, que se la escondió bien y lo hizo entrar en la jugada.
Abbondanzieri, que en sus últimos días en Boca hacía agua, acá estuvo firme en las pocas que tuvo. Y Guiñazú, el otro argentino que brilla en Brasil, también se destacó en el mediocampo y con la cinta de capitán.
Ahora, en cuartos de final, Inter jugará ante otro equipo argentino, el único que queda con vida: Estudiantes, el último campeón.
Fuente: minutouno.com.ar