Porque Cristiano Ronaldo sólo jugó para la televisión y se olvidó lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol. Porque prefirió patear un tiro libre a lo "rugbier" antes de comprometerse con sus compañeros, pero así fue en casi toda su carrera, más aún cuando su figura explotó a nivel Mundial y los flashes se apoderaron de su vida.
Sudáfrica 2010 será otra triste experiencia para Ronaldo. Sus actuaciones no fueron descollantes, ni mucho menos, aunque increíblemente, fue elegido el mejor jugador en los partidos ante Corea del Norte y Brasil. Sí, sólo porque los que eligieron se dejaron atrapar por un imán imposible de contrarrestar a la hora de generar un espectáculo que nunca llegó.
Se fue del Mundial con sólo un gol. Ante Corea del Norte, tras un rebote, en la goleada 7-0 ante el peor equipo de la Copa del Mundo. Así de escasa fue su actuación, no fue determinante en ningún lapso de la competencia y su equipo lo sintió.
Cada jugada, cada falta, cada ocasión de gol, captaba su rostro mirándose a la pantalla del estadio, poniendo caras, riendo, sufriendo, gozando. Pero el final ante España, lo encontró con la cara del fracaso, la que Cristiano Ronaldo nunca creyó palpar en su vida. Llegó como una estrella, pero se fue con el ocaso cayendo sobre su espalda.
Fuente: Infobae