Palermo cumplió con el tradicional ritual de los iniciados en los planteles futbolísticos de primera división a quienes se los deja "pelados" como una particular forma de integración el grupo "superior".
El centrodelantero -que se recupera de una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla de derecha y podría volver a jugar a mediados de febrero- se dirigió a la habitación del Hotel Elegance que comparten Jonatan Philippe y Sebastián Vidal recientemente "ascendidos" al plantel de primera división y les cortó el pelo.
"Primero empezó con Sebastián. Llegó, dijo: ’bueno chicos, a prepararse’ y empezó su tarea. Conmigo tardó un poco más porque mi cabellera es abundante. Y así los dos quedamos pelados", contó sonriente Philippe.
El tradicional ritual en Boca lo efectuaban el arquero Pablo Migliore y su amigo Palermo, pero al quedar sólo el "Titán" sin miramientos encaró la tarea con fruición transformándose en el "joven manos de tijera".