"Estoy libre, y eso es lo más importante", declaró aliviado el ídolo del tenis, quien se salvó por poco de recibir una condena de cárcel por el impago de 1,69 millones euros (1,65 millones de dólares) entre los años 1991 y 1993.
En este lapso, el triple campeón de Wimbledon había fijado su residencia oficial en el paraíso fiscal de Montecarlo, cuando en realidad pasó la mayor parte del tiempo en Múnich.
La Fiscalía había pedido tres años y medio de prisión alegando que el alto volumen de los impuestos evadidos requería una pena rigurosa. (Télam/SNI)