Macri expresó su satisfacción por haber colaborado en la organización del evento, que "representa un encuentro familiar para ver a los autos actuales y los históricos. Esta es una fiesta más del pueblo que se repite en todos los pueblos o ciudades donde se presenta el TC desde toda la vida", consignó.
Aventín, por su parte, celebró este inicio anticipado de los festejos por los 75 años de la categoría más antigua del automovilismo deportivo, de acuerdo a lo publicado en el libro de los récords Guinness.
"Le queremos dar nuevamente al público ver al TC transitando por la ruta. Es un volver a vivir para todo el inmenso caudal de seguidores que tiene el Turismo Carretera. Si Dios quiere próximamente trataremos de llevar un auto de TC a la Antártida para que lo pueda ver de cerca la gente que realiza una esforzada labor para el país", completó.
Tras entonar el Himno Nacional Argentino con la banda de la Gendarmería Nacional, se dio por iniciada la prueba ante gran cantidad de público que en muchos casos aprovechó para tomar una fotografía junto a los autos y los corredores.
Con sol radiante y buen clima, el lugar emblemático de Buenos Aires, el Obelisco, resultó el punto de partida con las camionetas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial abriendo camino.
La convocatoria, que significa de alguna manera volver a la ruta, está formada por los actuales autos del TC, de la divisional TC Pista y los históricos que le ponen nostalgia al evento.
Luego de la partida, la caravana se trasladó por la autopista Buenos Aires-La Plata hacia la Ruta Nacional 2 hasta llegar a Dolores, donde en el autódromo local se realizó una recarga de combustible.
Entre los autos históricos que exhibieron, estuvieron presentes los que pertenecieron a Juan y Oscar Gálvez, también la de Juan Manuel Fangio y el Chevrolet denominado "7 de Oro" de Roberto Mouras, entre otros.
Fuente: infobae.com