Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito, a fin de acordarse...
A punto de viajar a Beijing para disputar los Paralímpicos Diego y Nadia, además de declarar su amor en www.deportes.gov.ar y en un CENARD que por estos días los tiene como protagonistas, palpitan resultados. Es así como mientras el defensor, en la previa de su segundo Juego, asegura: "Vamos por el oro", la nadadora especialista en 50 y 100m libre, es mucho más cauta y sólo expresa: "Es mi primer Juego por eso lo importante es ganar experiencia, pero me tengo confianza para entrar a una final y ganar un diploma (4° al 8° lugar)".
Se conocieron hace tres años. Ella confiesa que se sentía atraída por esa mística que transmiten los Murciélagos dirigidos por Gonzalo Vilariño y él que se sintió seducido por esa presencia que nunca le pasaba inadvertida; y en los Juegos Parapanamericanos de Río 2007 se pusieron de novios, en aquella oportunidad Cerega fue subcampeón con su equipo, detrás de Brasil, y Baez, en lo que fue además su primera competencia internacional, se quedó con dos medallas de bronce, en 50 y 100m libre.
El futbolista bicamepón del mundo (2002 en Río de Janeiro y 2006 en Buenos Aires) y medallista paralímpico en Atenas 2004 (medalla de plata) fue víctima de una glaucona congénita que le detectaron a los 6 años. A los 9 perdió la visión del ojo derecho, y a los 17, mientras cursaba el cuarto año del secundario perdió la del otro. "Yo creía que iba a quedar ciego de viejo. Fue muy difícil tenerme que acostumbrar a una nueva vida porque todo es visual, pero me adapté rápido. Seguramente porque fue justo en una edad de cambios hormonales y de razonamientos, y la ceguera terminó siendo otro cambio a superar", relató Cerega, oriundo de General Las Heras, de 31 años, quien recibe una beca de la Secretaría de Deporte de la Nación.
En tanto, la historia de Nadia Baez, bonaerense de Moreno de apenas 19 años, también becada y talento de la escuela deportiva de FADEC (Federación Argentina de Ciegos), que recibe apoyo de la Secretaría, cambió definitivamente hace cuatro años cuando ya no volvió a ver: "De a poco fui perdiendo la visión. Yo digo que sé lo que es pasar malos momentos y tenerlos que superar, de chiquita me operaron de un cáncer y salí adelante; reconozco que no me costó acostumbrarme y realmente hoy, después de haber hecho otros deportes como atletismo o torbol, estoy muy felíz de representar a la Argentina en natación en Beijing 2008. No lo puedo creer".
Y prosiguió: "Muchas veces competí en B3 (categorías para disminuidos visuales) por mis buenos tiempos (1m 21s 09 en 100m y 35s 69 en 50). Espero llegar en buenas condiciones, estoy entrenando muy bien con mi entrenador, Agustín Coiácono, y el respaldo que siento me hace sentir muy contenta".
- El tiempo que perdiste por tu rosa es lo que hace a tu rosa tan importante -dijo el zorro.
- El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el Principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable de para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... -repitió el Principito, a fin de acordarse.
Ellos entienden de qué se trata, por eso muestran su confianza, su pasión y esa felicidad de poder disfrutar de la compañía del otro. Van a Beijing para representar al país, van a Beijing porque siguen creyendo
