En esa oportunidad, según se denunció, se utilizaron "gran cantidad" de elementos pirotécnicos, como bombas de estruendo, "tres tiros" y "bengalas luminosas".
Aunque Vélez presentó un recurso de amparo, no le dieron los tiempos judiciales y debió trasladar su localía al estadio de Boca Juniors para el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores, ante Libertad de Paraguay, triunfo por 3 a 0.
La magistrada recordó que, a pedido del fiscal, se realizó un allanamiento en las instalaciones del estadio ubicado en Juan B.
Justo al 9200 de esta capital, para la búsqueda de material pirotécnico, pero el operativo arrojó resultados negativos.
Molina evaluó que los jueces deben actuar con prudencia antes de disponer una medida que podría implicar una vulneración ilegítima a derechos consagrados constitucionalmente.
La magistrada consideró, además, que el estadio ya fue clausurado por la Unidad de Coordinación de Seguridad y Prevención de la Violencia en Espectáculos Deportivos de la Secretaría de Políticas de Prevención y Relaciones a la Comunidad.
Pero la jueza consideró “adecuada” la “implementación de una serie de medidas” para “la prevención de contravenciones en el Club Atlético Vélez Sarsfield”, donde, “previo a la concreción de cada espectáculo futbolístico masivo se deberán arbitrar los medios necesarios” para brindar seguridad al público.
Las tareas, consistentes en “una inspección pormenorizada sobre la totalidad de los sectores y adyacencias al estadio” para detectar e incautar artefactos o elementos de pirotecnia, fueron encomendadas en forma “conjunta” a personal de distintas dependencias nacionales y de la Ciudad.
La orden está dirigida, entre otros, a la Seccional 44ª y la División Detección y Adiestramiento del Departamento de Explosivos de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal y de la Dirección de Eventos Masivos del área de Fiscalización y Control dependiente de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. (Infobae)