El argentino está soportando una enorme carga de partidos con su equipo, que aspira a ganar tres títulos esta temporada, y lo llamativo es que lo hace sin sufrir lesiones.
Según DPA, la condición física de Messi siempre estuvo bajo sospecha. Ya de pequeño debía inyectarse dos veces al día para no quedarse rezagado en su crecimiento, y su cuerpo siempre desarrolló una fuerte tendencia a padecer lesiones musculares. Pero ya no.
"Está hecho un toro. Es muy, muy fuerte", aseguró Juanjo Brau, el fisioterapeuta que atiende a Messi desde que el argentino llegó como preadolescente a Barcelona.
Messi no sufrió ninguna lesión muscular esta temporada, en la que jugó en 28 de los 31 partidos de la Liga española, 24 de ellos como titular. Además, disputó seis encuentros de la Copa del Rey y nueve en la Liga de Campeones, lo que hace un total de 46 partidos jugados en lo que va de temporada.
A esos partidos hay que sumarles los choques por las eliminatorias sudamericanas que disputa con Argentina, encuentros que demandan largos viajes y cambios extremos de temperaturas o de altitud, como a principios de mes en Bolivia.
Los datos no engañan, Messi lleva ya en España a estas alturas de campaña seis partidos más que los jugados en toda la temporada anterior. Y todavía restan por disputar siete jornadas de la Liga española, la final de la Copa del Rey y al menos dos citas más de la Liga de Campeones, que podrían ser tres si el Barcelona se clasifica para la final.
Sus registros goleadores impresionan de verdad: lleva 33 goles esta temporada, contando 20 en la liga española, cinco en la Copa del Rey y ocho en la Liga de Campeones, competición en la que es el máximo realizador. Ya lleva justo el doble de goles de los conseguidos en la anterior edición de la Liga española.
{adr}La última lesión muscular de Messi se remonta al 4 de marzo de 2008. Entonces, el departamento médico del Barcelona decidió acometer un plan físico especial para intentar paliar una situación que parecía crónica. Y dio sus frutos.
El delantero argentino quiere jugar ahora todos los partidos y es el propio Josep Guardiola, su técnico, quien tiene que frenar algunas ansias del fútbolista, que se siente más fuerte que nunca, pero que es ahora capaz de apartarse con prudencia si su cuerpo le da alguna señal de que algo no va bien.
Además, desmintió a quienes decían que era un jugador que no podía disputar dos encuentros por semana. Sin ir más lejos, el martes jugó ante el Bayern Múnich en la Liga de Campeones y el sábado fue titular ante el Getafe en la Liga española, marcando el único tanto del encuentro.
Messi puso mucho de su parte para endurecer su cuerpo. Debutó con el primer equipo del Barcelona en noviembre de 2003 y entonces era un muchacho de 16 años que prácticamente sólo comía asados, pizzas y pasta.
Ahora cuida mucho más la alimentación y hasta se muestra complacido al comer verdura o pescado, algo que ni se imaginaba hace sólo unos pocos años.
Además, vigila mucho mejor sus horarios. Nunca fue un chico al que le guste la noche, pero en cambio sí se acostaba muy tarde porque seguía la Liga argentina con entusiasmo, a pesar de la diferencia horario respecto a España. Ahora graba los partidos y se los ve con tranquilidad al volver del siguiente entrenamiento con su equipo.
Es un nuevo Messi, mucho más fuerte, algo que le agradecen tanto el Barcelona como él mismo. Los tiempos de la enfermería parecen ser pasado ya.(Telam)
