"No quiere, no hay caso. Estamos intentando convencerlo para salir a la cancha con el equipo pero no quiere porque tiene miedo", dijeron entre sonrisas algunos jugadores.
Lucio y su padre trabaron relación con el plantel y el cuerpo técnico de Julio César Falcioni en el partido que Boca jugó ante el Fluminense en la fase de grupos. De la victoria conseguida, 2-0, a convertirlo en la nueva "mascota", hubo un solo paso, empujado por la superstición que suele existir en el ambiente.
Así fue que Lucio estuvo en Chile, para la victoria 4-2 sobre la Unión Española en los octavos de final; y vuelve a estar acá: fue invitado especial del club y viajó en el charter oficial de la delegación (su padre también, pero se pagó el pasaje).
Es más: ahora, a la distancia, se vincula con su ausencia aquella derrota inicial ante el modesto Zamora en Venezuela. La cuestión es que los jugadores le tomaron cariño y ayer, durante la práctica de fútbol informal que el plantel desarrolló en la cancha auxiliar del Joao Havelange, Lucio se paseó de la mano del propio DT Falcioni.
Queda el problema de hoy: Lucio tiene miedo de salir a la cancha. No quiere saber nada. Pero, en nombre de las cábalas, ya se puso en marcha el operativo para convencerlo. playfutbol.infobae.com