Es el Internazionale de Milán, urgido de reforzarse y esperanzado en un scudetto esquivo desde hace casi tres lustros, es el que ha salido a rescatar al viejo goleador atacado, descalificado y vilipendiado por la misma hinchada que en sumomento lo había ungido en intocable, ídolo, semidios.
Un curioso arabesco del destino ha querido que su caída en desgracia con los seguidores de la Roma haya coincidido con la lesión de uno de los jugadores primordiales del equipo milanés: el mismísimo Hernán Crespo. (Telam).