"Yo creo que el señor manager cumplía una gran actividad cuando fue técnico, el hincha quiere que vuelva a ser técnico.
Desde la función en la que está, estamos mal, ni siquiera entramos a la copa, los resultados dicen que le dio más a Boca como técnico que como manager", agregó.
Los dichos de Crespi no hacen más que remarcar el malestar de gran parte de la dirigencia de Boca, que nunca observó con buenos ojos la decisión del presidente del club, Jorge Amor Ameal, de contratar a Bianchi como manager.
Al entrenador más ganador de la historia de Boca le reclaman, siempre fuera de grabador, su falta de compromiso con la tarea y que su hijo, representante y empresario, sea uno de los que llevan jugadores al club.
"Fue un año bastante malo para Boca, nos tenemos que hacer responsables todos. Primero la Comisión Directiva, después los intermediarios, también el cuerpo técnico y luego los jugadores", apuntó.
"Veníamos bien pero de repente nos agarró el tsunami. A mi criterio cometimos errores y deberíamos hacer un planteo para arreglarlos, por el bien de Boca. Nosotros pasamos, Boca es el que queda", concluyó.
Por otra parte, mientras Crespi reconoce públicamente lo que piensan otros dirigentes, Bianchi y su gente están abocados a conseguir refuerzos, siendo hasta ahora Matías Giménez, de Tigre, con el único que hubo acuerdo.
En las próximas horas la dirigencia y Bianchi le harán una nueva oferta a Rosario Central por Jesús Méndez, la gran obsesión de Alfio Basile.
En esa oferta Boca incluirá como parte de pago el pase del arquero Roberto Abbondanzieri, debido a que estaría cerca de arreglarse la llegada de Mariano Andújar.
En tanto, el técnico de Boca también quiere un zaguero y le propusieron el nombre del Leandro Desábato, pero a Basile no le interesaría.(Telam)