"Esta es otra manera de buscar la verdad y la justicia en este tiempo donde después de tantos años, en los que sufrimos las leyes de obediencia de vida y punto final, nos vamos encontrando como sociedad. No me cabe duda que esta es una obra colectiva y que aquellos deportistas que ya no están, además de ayudar a terminar este mural, sienten esta reivindicación en este espacio donde el Estado recibe a más de 70.000 jóvenes al año", prosiguió Morresi.
Al Secretario lo acompañaron el Subsecretario de Desarrollo Social, Marcelo Chames, los directores de Deporte, Social Raúl Araya; de Actividades de Extensión, Gabriel Andreu y de Deporte Educacional, Marcelo Giraudo y el Coordinador del Centro Recreativo Nacional de Ezeiza, Alejandro Pérez.
El momento más emotivo fue cuando Elvira Sánchez – hermana de Miguel, atleta secuestrado el 8 de enero de 1978- y Daniel Shapira – hijo del tenista desaparecido el 7 de abril de 1977- descubrieron el mural ante un aplauso de los presentes, entre ellos gente que realiza deportes en el Centro de Ezeiza. Mientras tanto, por los parlantes se escuchaba una canción con letra de Miguel Sánchez, interpretada por un grupo musical de una escuela de Berazategui donde su hermana Elvira es maestra.
"Estoy emocionado, hace apenas unos días se cumplieron 30 años de la desaparición de mi viejo, a quien no tuve la suerte de conocer", le contó a www.deportes.gov.ar Shapira (h), quien nació exactamente seis meses después.
Y agregó: "Rescato esa primera imagen de los deportistas yendo hacia un mismo lado, con un objetivo común. Algo que contrasta con el individualismo de los ’90. Allí queda bien representado el espíritu de esa generación de deportistas que lo dio todo por un país más justo".
Por su parte Elvira señaló: "Este es otro gesto, otro acto de justicia por la memoria. Me pone muy contenta que muchos jóvenes puedan disfrutar de esta hermosa obra realizada por un chico que no vivió aquellos años de horror. Todavía me pregunto ‘¿si el deporte es lo más sano para el cuerpo y el espíritu, cómo puede ser que aquellos señores dueños de la muerte los hayan despojado de la vida?’. Estas cosas te dan mucha fuerza para seguir".
"Miguel sigue corriendo junto a tantos otros que reviven en este mural. Ellos que tanto lucharon, como expresa la pintura vuelven a dar a luz, en cambio los asesinos no pueden caminar por la calle. Quiero agradecer y felicitar especialmente a Claudio Morresi y a Andy, este joven artista que acabo de conocer".
A lo que Andy Riva contestó: "El emocionado soy yo. Para mí fue muy importante rendir este homenaje a todos los deportistas víctimas de esa dictadura feroz. En las cuatro partes en las que dividí el mural se intenta representar la lucha, la represión, el terror, la ausencia, y la vuelta a la lucha, la toma de consciencia, y esa idea de perpetuar la memoria".
Un mural aparecido para recordar
Junto al mural que cuelga de una de las paredes del comedor de ese centro deportivo, aparecen aquellos nombres de deportistas desaparecidos entre 1976 y 1983, recogidos por el periodista Gustavo Veiga en su libro "Deporte, Desaparecidos y Dictadura":
Miguel Sánchez (atleta), Daniel Shapira (tenista), Carlos Alberto Rivada (futbolista) y los rugbiers Santiago Sánchez Viamonte, Otilio Pascua, Pablo Balut, Mariano Montequín, Hernán Roca, Jorge Moura, Rodolfo Jorge Axat, Alfredo Reboredo, Luis "Luti" Munitis, Marcelo "Beto" Bettini, Abel Vigo, Eduardo "Manopla" Navajas, Mario Mercader, Pablo Del Rivero, Enrique Shortorn Sierra, Hugo "Pinino" Lavalle, Julio "Choclo" Alvarez, Ricardo Posse, "Negro" Cordero, Ricardo Dakuyaku, Ricardo Omar Lois Navarro, Carlos "Willy" Williams y Daniel "Guliver" Elicabe.
