"Yo no hago diferencias con ellos y los preparo como a cualquier deportista convencional", indicó en diálogo con Télam.
La entrenadora nacida en Alemania y radicada en la Argentina agregó que "por ahí cambia la técnica de enseñanza del uso del cuerpo, porque el atleta que no ve o es disminuido visual le trae complicaciones. Trabajamos con diferentes obstáculos pero su preparación es como la de cualquier deportista olímpico".
Laub contó que se usa un bastón para marcarle al nadador la vuelta y luego los participantes cuentan las pasadas en competencia y tienen contacto con el andarivel, algo que se entrena constantemente.
"Los chicos (por los atletas) no tienen la visión periférica, o no notan las alturas, por eso se habla mucho y se les muestra con los brazos o la posición del cuerpo para la técnica a la hora de nadar", detalló.
Laub, que lleva más de 15 años en Argentina, donde fue entrenadora en el Club Obras Sanitarias, contó cómo suelen trabajar los nadadores argentinos bajo sus órdenes.
En ese sentido, explicó que "nuestros nadadores no videntes tienen la obligación de tener una persona en cada lado de la pileta, en la cabecera para tocarlo con el bastón con la pelota en su extremo, y la otra para esperar al nadador en su lugar de llegada".
"Ellos sólo cuentan con el canasto con sus pertenencias y de ahí les indicas que tienen el cubo, para cuando sea la largada, es por eso que cuando viene de para realizar la vuelta hay que tocar al nadador, al principio es trabajo del entrenador, el resto todo de quien nada", agregó.
En cuanto al trabajo hecho por el equipo argentino paralímpico, Laub reconoció que cuatro nadadores: Nadia Báez, Ignacio González, Anabel Moro y Sergio Zayas clasificaron a Londres obteniendo las marcas requeridas y que el trabajo hecho en la previa, como por ejemplo los Parapanamericanos de Guadalajara 2011, fueron "muy buenos, en una preparación justa".
"Los cuatro chicos clasificaron con las marcas que se requerían, en un gran nivel, eso es lo que se buscó en los torneos preparatorios, con destacadísimas actuaciones", contó con mucha alegría.
Entre las marcas se destacan las de Báez, quien fue medalla de bronce en Londres 2012 en los 100 metros pecho, con dos records parapanamericanos (primero en eliminatoria y luego en al final).
Por su parte, Ignacio González, a entender de Laub, "el más completo de América" consiguió cuatro diplomas olímpicos.
Su compatriota, Anabel Moro también tuvo el mismo premio en unos Juegos destacados para la atleta argentina,
Laub, reconoció que tanto Báez como González "no sabían nadar estilo pecho" y a partir de 2009 le propuso que mejoraran la técnica, algo que dio sus frutos y aspiran a un buen trabajo en esa especialidad en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
"Hay que seguir trabajando porque pueden mejorar como todos los chicos, en una natación donde hay más nivel, exigencia y salen nuevos deportistas. Es por eso que hay que entrenar muy duro, aunque vemos que en las diferentes categorías hay un crecimiento importante", analizó.
La entrenadora analizó el futuro de la especialidad en nuestro país sin perder de vista la cita en la ciudad brasileña.
"Hay un mundial el año que viene, se disputan los Parapanamericanos y luego Río, hay que estar atentos ya que un ciclo olímpico pasa volando".
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Por último, la entrenadora manifestó que analizaría la chance si del equipo de natación convencional le proponen entrenar, "lo analizaría".
"Yo soy entrenadora de corazón y si me lo ofrecen, seguro que lo pensaré, aunque ahora estoy pensando en los próximos cuatros años para el equipo Paralímpico", finalizó.
Fuente: Télam
