No bien arrancó el encuentro, los peruanos sacaron, jugaron un pase atrás y Sosa presiónó. La pelota le rebotó y se escapó solo mano a mano con el arquero para poner una prematura e inesperada ventaja.
Unos minutos más tarde, Boselli pudo haber aumentado, pero se lo perdió.
De ahí en más, como si esa chance desaprovechada por el 9 platense los hubiera dejado helados, el Pincha cedió la pelota, comenzó a cometer errores infantiles y el partido se le empezó a complicar.
Wilmer Aguirre, un veloz delantero, les empezó a hacer la ida imposible. Especialmente cuando se recostó a la erecha, desbordó a su antojo. Así llegó la igualdad del morocho.
Los platenses estaban irreconocibles. Perdían la pelota en la mitad de cancha y la defensa dudaba demasiado.
Tanto, que de un rechazo de la defensa de Alianza llegó el 2-0: Aguirre le ganó a Clemente Rodríguez, Braña –que había quedado como último hombre- se resbaló increíblemente y el delantero peruano definió por debajo del cuerpo de Agustín Orión.
En el segundo tiempo Sosa pudo haberlo empatado, peor su zurdazo se fue por encima del travesaño.
De ahí en más se agotaron todas las esperanzas. Aguirre llegó a su tercer gol de una contra y Fernández, cuando quedaban poco más de seis minutos, selló la goleada.
Así, Estudiantes pasó de golear 5-1 en su debut al débil Juan Aurich a perder 4-1 en el segundo partido. Y sin contar que a Alianza le anularon mal un gol, que no le cobraron un penal y que Orión tapó tres claras.
Fuente: minutouno.com.ar