Una vez más, el equipo no respondió en la cancha y salió a jugar el clásico con una liviandad capaz de espantar a cualquier entrenador que esté en la cuerda floja.
Borghi ya había amagado con irse la semana pasada, el mismo día que River había determinado la salida de Ángel Cappa. También había pensado en irse luego de la derrota ante Lanús en la Bombonera.
En 2004, Miguel Ángel Brindisi renunció luego de perder en un clásico en Núñez. (Infobae)