"A todos los que desacrediten el fútbol los demandaremos ante triubunales ordinarios", amenazó el presidente de la Federación italiana de fútbol (FIGC), Franco Carraro, a los excitados presidentes de club.
El más vehemente fue el presidente de la Roma, Franco Sensi, que calificó a los árbitros de ser una "asociación criminal y mafiosa" que manipulaba la primera división italiana a favor de clubes como la Juventus, el Milan y el Inter.
También el presidente del Como, Enrico Preziosi, criticó "el escandaloso y repugnante perjuicio" sufrido por su club por los árbitros."Por la cabeza apesta el pescado", acusó indirectamente el presidente del equipo recién ascendido a los grandes clubes del norte de influir antideportivamente en los árbitros.( Télam-SNI)