Javier García y Santiago Villafañe fueron los agraciados. Sus nombres habían tomado fuerza al comienzo de la semana, luego del duro golpe en Rosario, pero la situación parecía dilatarse a mitad del camino del partido con Atlético Tucumán, porque eran los dos históricos los que seguían figurando entre los titulares en las sucesivas prácticas.
El entrenador había advertido que se tomaría todo el tiempo necesario para definir el equipo, y en eso cumplió. Pero, en el medio, no faltaron las críticas a su supuesto temple de hierro. Se especuló, entonces, con que si daba marcha atrás en la –nunca confirmada, por cierto- decisión de sacar al arquero y al lateral, su personalidad quedaría marcada por los temores.
No se trata de una decisión menor. Si bien el defensor formoseño fue siempre el primer apuntado, su situación es diferente: un jugador en su puesto puede salir y volver a entrar al equipo de un partido a otro, por modificaciones tácticas o bien para cubrir la baja de algún compañero.
La de "El Pato", en cambio, es muy diferente.Sin haber sido necesariamente responsable de los resultados del equipo en el comienzo del Clausura, si sale difícilmente podrá recuperar su lugar en el arco de Boca. Al menos no es habitual que un técnico cambie a un arquero por una decisión "táctica".
Alves tiene el respaldo de los dirigentes y de los hinchas que piden a gritos un cambio de imagen y de nombres. Habrá que ver si el pulso no le tiembla en el momento final, cuando mire de frente a un vestuario con grandes batallas en su haber.
Fuente: Infobae.com