"Todo lo sucedido es un tema penoso. El jefe de la ciudad, aparte de no trabajar nunca, hizo de la ética una cosa barrial. Debió llamarse a silencio, hizo todo lo posible para que el partido de River se jugara sin gente", apuntó Fernández.
"El fiscal dijo que se comprobó el ingreso de 14.000 personas más de las permitidas -agregó-. Eso es seguridad policial metropolitana. El operativo policial se hizo como debía hacerse. La Ciudad tiene poder de policía y tendría que haber impedido la entrada de tanta gente. Pudo terminar en cualquier desgracia".
Fernández, además insistió en que "no es justo que se cargue la culpa a River, o a los 50.000 hinchas de River que no tuvieron nada que ver. Esto es cosa de unos pocos que hay que encontrar, aplicarles el derecho de admisión y, si es posible, condenarlos a la cárcel. Hay que buscar a estos verdaderos responsables".
"A veces las sanciones terminan siendo injustas por 300 tarados que hacen cosas así", reiteró.
El funcionario además reclamó que las sanciones caigan "no sobre los clubes, sino sobre las personas. Identificarlas y castigarlas como marca la ley". (Telam)