Independiente salió a jugar con la ventaja en la cabeza. Un mal síntoma, porque entró demasiado relajado y Argentinos se lo hizo saber dos veces antes de los cinco minutos de juego. Fue Franco Niell quien tuvo dos grandes chances. Primero Adrián Gabbarini le ahogó el gol con una genial atajada tras un buen cabezazo del petiso. Luego, fue el travesaño quien se interpuso en el camino hacia la red. “El Rojo” estaba aturdido, perdido en el campo.
Garnero le pedía a Leandro Gracián que agarre la pelota, pero al enganche no le llegaba la bola. La posición de Lucas Mareque parecía que no la entendía ni el jugador ni el propio entrenador . Con todos los problemas a cuestas, Independiente llegó a los 13. Patricio Rodríguez tocó para Andrés Silvera y “El Cuqui”, fiel a su estilo, sacó un sutil remate que pegó en el palo derecho de Nicolás Navarro.
El partido se fue pinchando de a poco, pero a los 34 hubo una polémica decisión de Néstor Pittana, quien juzgó intencional una mano de Silvera (el delantero no quiso tocar el balón con la mano) y Néstor Ortigoza canjeó el regalo por gol. A los dos minutos, lo volvió a tener “El Bicho”, pero Gabbarini, en una doble atajada magistral, le impidió el segundo grito. ¿Independiente? Muy poco, demasiado timorato y con una precoz pérdida del balón.
Si algo le faltaba a Independiente era error un gol con el arco a su merced. Gracián dilapidó una chance neta para empatar el partido y encarrilar la clasificación, pero falló dos veces. Primero al intentar habilitar a Silvera en una inmejorable posición de gol, la jugada le dio doble chance, con Navarro desparramado en el piso y un defensor tapando el arco, pero el enganche, increíblemente, la tiró afuera.
El complemento arrancó con poco ritmo, con los dos equipos midiéndose, respetándose demasiado. La cancha carecía de espacios vírgenes para explotar, pero a los 20 Independiente rompió con la siesta. Un centro perfecto de Rodríguez, luego de una pifia, terminó en los pies de Gracián, que ingresó por el medio del área, en posición de nueve, y tocó de aire al gol. 1-1 y serie casi culminada.
El gol del “Rojo” mató las aspiraciones del “Bicho”, que entró en la desesperación y se encontró con un equipo que se refugió atrás y que apostó a la contra con Silvera, Parra y el ingresado Nicolás Martínez. El equipo de Garnero cambió la tenencia de pelota por el combate constante, cerró los sectores de la cancha.Mercier y Ortigoza, después de un gran primer tiempo, se quedaron si piernas y Argentinos lo sintió.
El partido se fue con un empate inamovible, porque "El Rojo" se dedicó a mover la pelota y Argentinos se quedó sin ideas. Así, el equipo de Garnero sacó un empate que lo mantiene con vida en la Copa Sudamerica y que le dio un tubo de oxígeno al entrenador.
Fuente: Infobae
