Al promediar su desarrollo, cuando los jugadores estaban por abordar el micro que los transportaría al estadio Libertadores de América en Avellaneda, un grupo de barras reaccionó contra el cordón policial que custodiaba el lugar.
Los efectivos respondieron con gases lacrimógenos a la agresión con proyectiles y los disturbios se extendieron hasta la equina con avenida Del Libertador.
La calma retornó unos minutos después cuando el ómnibus del plantel de Omar De Felippe ya había partido para Avellaneda.
Fuente: Télam