En la cancha de Vélez lo celebraron periodistas partidarios (que inclusive mostraron una bandera cuando salió el equipo a la cancha), los dirigentes y jugadores, como Pablo Alvarado, Martín Cauteruccio y Fabricio Fontanini, por citar algunos.
En Liniers hubo un forcejeo entre estos futbolistas y la policía porque los agentes de seguridad no les permitieron ingresar al campo de juego para recibir su medalla por el título.
Más allá de la rivalidad que se generó en los últimos años entre los simpatizantes de Véles y San Lorenzo, el público local (había más hinchas que socios) se portó de manera ejemplar y no generó ningún incidente.
En Boedo, que se empezó a poblar de fanáticos "cuervos" desde las 21, la fiesta fue aún mayor, al trasladarse a la tradicional y emblemática esquina del barrio.
Allí todos celebraron durante varias horas un nuevo título local, logrado bajo la conducción dirigencial del binomio Matías Lammens- Marcelo Tinelli y futbolística del entrenador Juan Antonio Pizzi.
Fuente: Télam