Djokovic debió sufrir más de la cuenta para derrotar a Murray por 6-1, 3-6 y 7-6 (7-2), en un encuentro en el que el escocés llegó a servir para el partido y estuvo a dos puntos de la victoria.
Sin embargo, Djokovic logró reponerse al cansancio y a un marcador adverso en la tercera manga para alcanzar su trigésimo sexta victoria consecutiva en unas tres horas de juego. El serbio sigue acercándose al récord logrado por John McEnroe en 1986, cuando alcanzó las 42 victorias consecutivas desde el inicio de aquella temporada.
Su próximo rival será Nadal, que también parece llegar a la final con poco resto físico luego de jugar varios partidos con fiebre en la semana. No obstante, el número uno del mundo no tuvo mayores inconvenientes en derrotar a Gasquet por 7-5 y 6-1
Nadal buscará su sexto título sobre la arcilla del Foro Itálico, donde sólo ha perdido un partido en su carrera: en 2008 ante su compatriota Juan Carlos Ferrero.
En tanto, Djokovic buscará volver a imponerse a Nadal en la final de un Masters 1000 como ocurrió este año en Indian Wells, Miami y Madrid. Nadal sólo pudo imponerse en Montecarlo, torneo en el que el serbio no jugó por lesión.
El español está defendiendo con uñas y dientes su primer puesto en el escalafón dela ATP, amenazado por un Djokovic que sigue invicto en 2011.
"Soy consciente de que está jugando a un nivel altísimo", dijo Nadal del serbio. "Hay que aceptar cuando los demás juegan mejor. El deporte no es siempre ganar, sino también superarse. Y para ganar ahora mismo a Djokovic, hay que superarse".
El español tuvo una semana difícil en la capital italiana a causa de un virus que le provocó fiebre. Sufrió para superar sus primeros partidos, pero ayer ya mostró un nivel acorde con su estatus. "Estoy muy feliz de estar en la final, es una gran satisfacción después de una semana que no ha sido fácil", admitió el número uno. (Infobae)