La violencia comenzó cuando el árbitro del partido, Fernando Broin, sancionó un penal a favor de los ‘millonarios’ en tiempo de descuento. En ese momento, comenzaron las discusiones, los empujones y, posteriormente, los golpes y las patadas entre los juveniles de ambos clubes.
La peor parte de los incidentes se la llevaron los ‘xeneizes’ Ricardo Cabrera y Carlos Agüirre, quienes se retiraron del campo con sus rostros ensangrentados.
Curiosa medida adoptó el árbitro Broin, quien mandó a retirar a todos los jugadores hacia los vestuarios, pero dejó en el campo al arquero de Boca y a un jugador de River para que ejecutara el penal de la polémica, que selló el resultado final de 2-2, luego de que Boca fuera ganando por 2-0.
Del encuentro participó Giovanni Simeone, hijo del entrenador de San Lorenzo, quien ingresó cuando su equipo perdía por 2-0. Su madre, la ex modelo Carolina Baldini, siguió la actuación de su hijo desde las tribunas.
Fuente: Télam