"Aplausos para Maradona por presentarse a sí mismo como el campeón de la gente" , comienza el artículo, que recuerda cómo el ex capitán del equipo argentino "increpó a los fans napolitanos recordándoles que su ciudad era a menudo descuidada por los italianos y marginada de la sociedad, y que no tenían por qué hinchar para Italia que demandaba apoyo pero daba poco a cambio".
El recordado episodio tuvo lugar en la semifinal del Mundial de 1990 disputada nada menos que en el estadio San Paolo, de Nápoles, donde Argentina eliminó al local por penales con la presencia de Maradona, por entonces jugador del Napoli.
Al respecto, prosigue el texto: "Claro que el hecho de que Maradona jugara en el equipo de Nápoles en ese tiempo y fuera inmensamente popular entre los fans dio mayor credibilidad a su táctica. Pero es difícil de imaginar a otra figura del fútbol mundial con las agallas para hacer un comentario de este estilo".
En aquel entonces, Maradona logró en gran parte su cometido. Muchos napolitanos apoyaron a "su Dios" en detrimento de su propia selección. Cuatro días después, Diego sufriría por semejante osadía. La final se disputó en Roma, y todo el mundo pudo ver cómo los hinchas locales se inclinaban fervorosamente por Alemania, a la postre campeona del certamen.
Más adelante, el artículo del The Wall Street Journal aterriza en Sudáfrica, donde el DT argentino "parece posicionarse como el más africano de los no africanos". "Es un punto de elogio para todos, desde los sudafricanos hasta la ciudad de Pretoria", prosigue.
"Y él libremente se moldeó como uno de los defensores del país organizador de la copa. Hoy los sudafricanos contestaron a los escépticos ´¡sí podemos!´ […] Cerca de vestir una camiseta de los ´bafana bafana´ y soplar la vuvuzela, no podía ser más que un hincha de la nación anfitriona". Y resume: "Como era de esperar, tal vez los medios de comunicación locales lo adoran".
Fuente: infobae.com.ar
