El crack rosarino, que tras el doblete de ayer (5-1 vs. Athletic de Bilbao) quedó a un tanto de igualar la marca del alemán Gerd Müller de 85 goles en un año (récord histórico), confesó que fue en Barcelona donde aprendió "a jugar de verdad en equipo".
"Acá se trabaja de otra manera que en el resto del mundo: en el control de balón, en el pase y también en la ejecución del sistema táctico. Yo venía de Argentina, donde hacía lo que quería. Era sobre todo correr y poco más", diferenció.
A su vez, el actual goleador de la liga española, con 21 conquistas, elogió a los españoles Xavi, Iniesta y Cesc Fabregas, sus compañeros en el conjunto culé.
"Xavi es un futbolista enorme, tiene muchas virtudes como para elegir solo una. Con Iniesta tienen mucho en común. Andrés actúa más veces cerca de la portería, pero por lo demás son muy similares. Y con Fabregas nos entendemos bien, siempre sabemos lo que queremos. Es fácil jugar con él", enumeró.
Asimismo, consultadp por su injerencia en el vestuario del equipo que conduce Tito Vilanova negó ser "un pequeño dictador", tal como lo llaman algunos medios madrileños. "No me importa lo que digan, mis compañeros saben que yo no soy así, ellos saben cómo soy en realidad", aclaró.
Messi, de 25 años, nominado para ganar el cuarto balón de Oro consecutivo, manifestó que es un "honor" que lo comparen con Diego Maradona o el brasileño Pelé "por la grandeza de ambos", pero insistió en que le gustará que lo "juzguen" cuando termine la carrera.
Y en ese sentido, el capitán del seleccionado argentino señaló: "Nunca pienso en parar, siempre quiero entrenarme y trabajar para buscar más sueños que cumplir".
Fuente: Télam
