No siempre se hacen cuatro goles y no siempre se marca un gol como el segundo, que tuvo todo: toques, paredes, amagues, triangulación, picardía y una definición exquisita de Messi.
Es probable que este equipo vuelva a ilusionar seriamente a todos los argentinos, porque los que mandan, los que ganan partidos son los buenos jugadores y Argentina los tiene.
No hay dudas que Lionel Messi es jugador diferente, desequilibrante y al que todavía le falta crecer y mucho. Tiene sólo 20 años y una categoría pocas veces vista.
En los tiempos de los esquemas tácticos y las estrategias, una gambeta, un quiebre de cintura cambia el rumbo de cualquier partido.
Y Argentina con Messi, con Agüero, quien además de su jerarquía le está agregando potencia, puede quebrar cualquier riguroso esquema y por eso es posible aspirar a observar muchas actuaciones como las de ayer.
Pero no están solos Messi y Agüero, porque Fernando Gago también demostró tener criterio e inteligencia para cortar y distribuir el juego y Maximiliano Rodríguez sigue siendo ese volante punzante, que llega al gol y que ahora le agrega más sacrificio a sus movimientos.
Además, Javier Mascherano sigue demostrando su hambre e inteligencia dentro de la cancha y Javier Zanetti su vigencia.
Los “contras”, como diría Basile, dirán que no se jugó contra nadie, pero muchas veces este mismo seleccionado argentino del “Coco” jugó contra “nadie” y no tuvo actuaciones como la de anoche en San Diego.
Pero también a partir de lo generado ante los mexicanos abre interrogantes, teniendo en cuenta que Basile volverá a citar a Riquelme, a quien considera titular indiscutido de este equipo.
“A mí me gusta jugar con enganche y ante México no lo tuvimos, por eso probamos con otro esquema, que me gustó mucho, o como pasó también en Egipto, que utilizamos un 4-4-2”, manifestó el entrenador del seleccionado argentino, Alfio Basile.
Las dudas pasan por saber si el Riquelme de hoy, que está visiblemente mal físicamente, puede darle la cuota de fútbol que alguna vez supo regalarle a este equipo.
Los últimos dos partidos Argentina jugó sin el talentoso volante de Boca y ganó, con actuaciones diferentes, porque ante Egipto el equipo no mostró mucho, pero venció con autoridad.
La cuestión es que Messi, jugando más suelto, demostró que le puede imprimir vértigo y también pausa -algo que le está agregando a su juego-y habrá que ver como lo ensambla Basile para compartir esa tarea con Riquelme.
La semana que viene en Buenos Aires el entrenador tendrá tiempo de ensayar, porque si los dos están bien puede ser algo muy positivo, pero si Román es el de los últimos partidos en Boca su presencia puede llegar a ser contraproducente para el seleccionado argentino. El tiempo develará esta incógnita.(Telam)
