Al momento de las detonaciones, que derivaron en la suspensión del partido al minuto 40, los jugadores de ambos equipos corrieron hacia los vestidores, los aficionados se tiraron al suelo de las gradas y después empezaron a bajar hacia el campo. Imágenes de televisión mostraron a varios aficionados con crisis nerviosas sin saber qué hacer o cómo protegerse.
Según la prensa local, la balacera, que no dejó heridos dentro del estadio, se habría originado debido a que una camioneta no se detuvo en un retén por lo que policías empezaron a disparar.
Momentos después del incidente, Alejandro Irarragori, presidente del club Santos, acompañado del portero y capitán Oswaldo Sánchez, ofreció disculpas a los integrantes del club Morelia. Esta sería la primera vez que un partido de fútbol es suspendido por la violencia ligada con el narcotráfico desde que el Gobierno lanzó a fines del 2006 una ofensiva militar contra los cárteles de las drogas.
En el norteño estado de Coahuila, donde se encuentra Torreón, ha venido aumentando la violencia vinculada con el narcotráfico. En todo el país han muerto más de 42,000 personas por la violencia ligada con los cárteles de las drogas.
Fuente : infobae.com
