A la hora de poner el ojo en el rival, sabe que Gremio tiene historia e identidad brasileña: "Se le tiene respeto, pero también sabemos que a nosotros nos respetan, Boca tiene su fútbol, sus resultados y su historia".
Sin sacarle los ojos al rival, el optimismo siempre está presente: "Creo que llegamos en un buen momento, enteritos, firmes. Eso es a lo que aspiramos, pero sabemos que todavía quedan por delante 180 minutos".
Y lo más importante, la mentalidad ganadora, se contagia desde el cuerpo técnico a los jugadores. "No pienso en otra cosa que no sea ganar. Ninguno de nosotros piensa en otra cosa que en ganar".