“La cabeza de uno no te da confianza, te agarra ansiedad y mucha inseguridad, po rno poder hacer goles”, indicó en declaraciones a ESPN.
“Pienso que los puestos puestos más ingratos son el del delantero y el del arquero, ya que cuando atajás y no te meten un gol es meritorio, pero cuando te hacen alguno te matan. Con el delantero pasa lo mismo”, agregó el máximo anotador de la historia de Boca.
Por último, el delantero de Boca reconoció que su carrera estuvo signada por hechos fortuitos como malos, pero nunca hizo escuela para nadie.
“No pensé en hacer escuela para nadie, ya que siempre que me pasaba algo buscaba que se solucionara rápido. Si me lesionaba ya quería que me operen y ya la rehabilitación. Pero nunca se me cruzó el que regresara mal o que me volvería lesionar”, finalizó.
Fuente: Télam.com.ar