Pese a que Nueva Zelanda era catalogada como la cenicienta del grupo D, al menos en los análisis previos y quizás por el desconocimiento general de sus jugadores, ha cambiado ese rótulo en los últimos días con su rutilante triunfo frente a los yugoslavos (81-79) del miércoles pasado.
Los Tall Black, como son nombrados aprovechando la fama del seleccionado de rugby de su país (All Blacks), dieron la sorpresa el año pasado al obtener la única plaza disponible para Oceanía, marginando nada menos que a Australia, que nunca tuvo inconvenientes para vencerlos y jugó la mayoría de los mundiales representando a ese continente. (Télam).-